La Revisión Crítica de Diseño de la Misión SABIA-Mar (MCDR, por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo entre 24 y el 28 de abril en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, en Córdoba, contó con la participación de un comité conformado por 13 revisores internacionales, nueve de los cuales estuvieron en la reunión de manera presencial, y tres de forma virtual.

Este comité estuvo integrado por expertos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES), la Agencia Espacial Brasileña (AEB), el Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE) y la Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos (EUMETSAT). También participaron de manera virtual representantes del Instituto Scripps de Oceanografía y de la empresa internacional de servicios de ingeniería y consultoría espacial Solenix, desde Italia, Estados Unidos y Alemania, respectivamente.

Un fructífero camino de cooperación

La CONAE y la NASA tienen una larga historia de cooperación para el desarrollo de las misiones espaciales argentinas. La agencia estadounidense participó en toda la serie de satélites SAC, y en particular en el SAC-D, al cual aportó el instrumento Aquarius.

“La misión SAC-D/Aquarius, que realizaron la NASA junto a la CONAE, ha sido muy beneficiosa para ambos países en términos de relación y de entendimiento, y en términos de ciencia, por la información que esa misión pudo reunir. Nuestra relación se ha fortalecido y creció a lo largo de los años con el éxito de estas misiones. Es un honor para nosotros estar aquí con SABIA-Mar, la próxima en camino”, dijo Amit Sen, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA.

“La colaboración que experimenté en SAC-D/Aquarius fue de una verdadera asociación. Trabajamos juntos durante los cuatro años de operaciones. Desarrollamos amistades y relaciones profesionales que perduran hasta hoy. Me da placer ver cuánto han crecido las capacidades del equipo a lo largo de los años”, señaló Gene Feldman, de la NASA.

A su entender, la misión SABIA-Mar aportará dos cuestiones fundamentales a la comunidad científica que investiga color del mar: “En primer lugar se destaca la resolución espacial. No hay otro satélite para color oceánico operativo que sea global y que tenga una cobertura regional de 200 metros en Sudamérica, como SABIA-Mar. El otro aspecto, que es realmente importante, es que la cadena oceánica y la biología oceánica, en particular el fitoplancton, pueden cambiar muy rápidamente, y cuantas más observaciones podamos obtener, particularmente en la región costera, muy dinámica, podremos comprender mejor cómo funciona el océano”.

Además, Feldman valoró el hecho de que la Argentina se una a la comunidad de investigación del color del océano con su propio satélite. “Más investigadores locales podrán utilizar datos generados en el país y podrán trabajar más diligentemente, utilizando al máximo esa información, en lugar de obtener datos de otras naciones”, sostuvo.

Tooraj Kia, de JPL NASA, subrayó la calidad del trabajo de la CONAE y de toda la comunidad argentina, así como el entusiasmo de sus ingenieras e ingenieros. “Estoy seguro de que la misión será un éxito”, afirmó, y consideró que a futuro podría haber una mayor colaboración entre la CONAE, el JPL y la NASA. A su vez Amit Sen concluyó “nos gustaría ver que los esfuerzos de ambas agencias continúen. Espero ver este tipo de asociación internacional en el futuro”.

Cobertura regional y global

La Revisión Crítica de Diseño de la Misión SABIA-Mar también contó con revisores de la Agencia Espacial Brasileña (AEB) y del Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE), que vienen acompañando el proyecto SABIA-Mar desde sus comienzos.

Rodrigo Leonardi, de la AEB, afirmó: “Es un gran honor poder colaborar con la CONAE y la comunidad espacial argentina en este importante proyecto, junto a colegas de la comunidad internacional. Creemos que la misión SABIA-Mar es un gran logro para la Argentina. Será una misión muy importante para Sudamérica y para toda América Latina. Estos sistemas espaciales van a ofrecer a los científicos argentinos un liderazgo único en toda la región y van a dar impulso a otras misiones espaciales en el futuro, incluso en cooperación con Brasil”.

Por parte del INPE, Adenilson Robert Da Silva indicó: “SABIA-Mar es un proyecto muy importante para el programa espacial de la Argentina. En cuanto a los aspectos tecnológicos, se destaca el desarrollo de cámaras ópticas. Percibimos un avance muy importante en una misión que tiene cobertura global. Creo que este satélite puede ser un gran factor de unión de los dos países, Brasil y Argentina”.

Otro revisor que participó en el encuentro fue Jean Marc Laherrere, de la agencia espacial francesa CNES, que recientemente lanzó al espacio una misión enfocada en la medición del color del mar. Esta institución impulsa la creación de un Observatorio Climático Mundial, una iniciativa internacional en la participan diferentes agencias espaciales, entre ellas la CONAE con su nuevo proyecto satelital.

“Fue una buena revisión. Hay un buen equipo para hacer el trabajo. Falta alguna experiencia, que se puede aprender haciendo. No vemos ningún problema que no tenga solución para seguir. El aprendizaje que surja de este proyecto también va a ser útil para otros que se lleven a cabo más adelante”, dijo Laherrere.

Al finalizar la reunión, Gustavo Wiman, revisor con amplia trayectoria en la empresa INVAP, resumió algunas de las principales conclusiones: “Todo funcionó como estaba esperado”, afirmó, y sostuvo: “Esta instancia no fue una evaluación de la misión, sino que tratamos de identificar los riesgos más significativos del proyecto y dar los consejos que consideramos más adecuados. Estas revisiones ayudan mucho para mejorar el conocimiento del proyecto en su totalidad, la integración de los miembros del equipo y los productos que realizan”.-