Durante el encuentro en suelo antártico, se hizo una síntesis de las investigaciones en materia antártica y los proyectos en curso en investigación y desarrollo (I+D) por parte de los organismos científicos y tecnológicos en el territorio antártico.

Al ser la Argentina un país bicontinental, la reunión tuvo por objetivo fortalecer las actividades científicas que realiza cada organismo en el continente Antártico reafirmando la soberanía del país sobre el sector y el carácter de centro científico y de preservación del medio ambiente de gran relevancia donde todo el sistema nacional de CyT se encuentra realizando actividades.

La Administración de Parques Nacionales desarrolla actividades de cooperación recíproca con la Dirección Nacional del Antártico desde 1990, y ha renovado su compromiso con el ejercicio de la soberanía nacional sobre Sector Antártico argentino en el año 2021 con la firma del convenio con la Secretaría de Malvinas, la Antártida y el atlántico sur. Esta vez la suscripción se realizó en su carácter de organismo perteneciente al Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología permitiendo coordinar esfuerzos con vistas a la cooperación científico-técnica en las áreas y disciplinas directa o indirectamente relacionadas con la Antártida.

Además de la participación de personal de la APN en las diferentes campañas antárticas que aportan al sostenimiento permanente de las bases, que constituye una política de Estado de la República Argentina, la APN es uno de los organismos que permitirá la concreción del Centro Interinstitucional de temas Estratégicos Antárticos y Subantárticos que se emplazará en Ushuaia en la provincia de Tierra del Fuego y que fortalecerá de manera decisiva las actividades científicas en el continente blanco.

En representación de la APN se hizo presente en la sesión histórica el Director Nacional de Conservación Pablo Berrozpe que consideró que “La ciencia y la tecnología son la base para la salud, la preservación del medio ambiente, el bienestar social, el poder e independencia de los pueblos. Fortalecer el sector científico es fundamental para la concreción de un país próspero y que mira hacia un futuro con justicia social”.

Respecto al desarrollo de la reunión en la Base Marambio la destacó como “un evento histórico posicionando a los organismos y al personal que desarrollan ciencia y tecnología como protagonistas de una política prioritaria para la soberanía del país en la Antártida. Es un hecho de gran relevancia la coordinación con todos los organismos ya que se optimiza la labor desarrollada y se agrega valor a todo el sistema nacional científico”.

La APN ingreso al CICyT a finales del 2020, cumpliéndose de esta manera lo dispuesto en la ley 22.351, y estableciéndose una decisión estratégica respecto a la protección de los recursos naturales y culturales que se destacan en 5 líneas principales en vinculación con el resto del sector científico:

• Desarrollo de centros interinstitucionales de temas estratégicos.
• Desarrollo de infraestructura científica en los parques nacionales.
• Adquisición de equipamiento y financiamiento de programas y proyectos de temas estratégico inherentes a la actividad de la APN.
• Jerarquización del personal de la administración, se espera que hacia mediados del 2023 el 15 por ciento del personal de la APN tenga función de ciencia y técnica.
• Desarrollo de becas doctorales y pos doctorales en el seno de la administración.

Más de un siglo de presencia argentina en la Antártida

Argentina tiene presencia ininterrumpida en la Antártida desde el 22 de febrero de 1904, cuando se instaló el Observatorio Meteorológico Antártico Argentino en el archipiélago de las islas Orcadas del Sur, dando inicio así a una prolífica historia de aportes científicos y de consolidación soberana.

En 1951 el presidente Juan Domingo Perón firmó el decreto de creación del Instituto Antártico Argentino fortaleciendo las tareas desarrolladas por el país y dando estructura a las actividades allí desarrolladas.

Hasta el año 1944 nuestro país fue el único ocupante permanente de la Antártida y uno de los 12 países signatarios del Tratado Antártico suscripto en 1959. A su vez, Argentina fue firmante de la prórroga conocida como "Protocolo de Madrid", en 1991, que prohíbe, por un periodo de 50 años, la explotación de recursos naturales no renovables e insta a la preservación del medio ambiente.

El país cuenta - ahora con la recuperación de la Base Petrel- con siete bases permanentes y seis de actividad temporaria. Las primeras, cada una con una dotación que varía y es fluctuante anualmente, son: Marambio, Orcadas, Carlini, Esperanza, San Martín, Petrel, y la más austral, Belgrano II.

Las de actividad temporaria son: Brown, Matienzo, Primavera, Cámara, Melchior y Decepción. En estas bases transitorias se realizan tareas de mantenimiento de las instalaciones y acopio de datos requeridos por la Dirección Nacional Antártica en apoyo a las actividades científicas.

La tarea principal está relacionada a las investigaciones científicas, en tanto que las tareas secundarias, son logísticas y técnicas, mantenimiento de las instalaciones e infraestructura, prestar servicios de apoyo a expediciones de otras bases, buques y aeronaves, como también el mantenimiento de los refugios.