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En Ecuador, sobre las costas del Golfo de Guayaquil, la entrante de agua más grande del Océano Pacífico en Sudamérica, se extienden las granjas camaroneras. Gran parte de los humedales y manglares costeros propios de esa zona han sido convertidos en estanques de camarones destinados al cultivo de este crustáceo para la alimentación y la venta.

La imagen satelital captada por la misión Landsat 8, a través del instrumento OLI el 2 de agosto de 2014, muestra con claridad los rectángulos azules destinados a la producción de camarón de cultivo. Las imágenes satelitales permiten apreciar el alcance de esta actividad a lo largo del Golfo de Guayaquil y en la Isla Puná, ubicada en este golfo frente a la formación deltaica del Estero del Salado y del río Guayas.

Estos estanques se ubican en zonas de fácil acceso al agua salada ya que el cultivo del camarón requiere parámetros óptimos de temperatura, niveles de salinidad y calidad del agua. La consulta a los mapas de Salinidad Superficial del Mar y de Concentración Superficial de Clorofila, disponibles a través de este portal, pueden aportar datos de interés sobre las variables oceánicas propias de esa zona para el desarrollo de esta actividad productiva.

En Ecuador, esta industria comenzó a finales de 1960 y rápidamente creció. En 1999, 175.255 hectáreas de tierra habían sido convertidas en criaderos de camarones, en ese período el país llegó a ser el cuarto mayor productor de camarón en el mundo, y el más grande en el hemisferio occidental, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas. En 1999 se limita la expansión de las granjas camaroneras en vistas a proteger los manglares y humedales que desempeñan una función primordial en la protección de las costas contra la erosión eólica y del oleaje y considerando su alta productividad en tanto alojan gran cantidad de organismos acuáticos, anfibios y terrestres.

La continuidad de los datos Landsat, permite realizar estudios temporales. La secuencia de imágenes satelitales, que se pone a disposición al final de la nota, brinda información sobre los cambios ocurridos en el ambiente a partir de la expansión de esta actividad y da cuenta de las medidas que se tomaron a partir de 1999 para regular la expansión de la misma.

La combinación en Infrarrojo SWIR destaca la presencia de agua en color azul oscuro, lo que permite distinguir con claridad los estanques camaroneros y el curso de los ríos, por otro lado la vegetación se muestra en color verde brillante. En la combinación en Infrarrojo la vegetación de distingue en intensos tonos rojos.