La gastronomía de Neuquén refleja su identidad cultural y natural a través de productos emblemáticos.
El chivo es típico del norte provincial. Se cría mediante la trashumancia, patrimonio inmaterial neuquino, una práctica ancestral que consiste en arrear al ganado por decenas de kilómetros hasta un sitio especial para el pastoreo estival. El chivo se consume tradicionalmente al asador, adobado con ñaco, harina o cerveza, aunque también se prepara en guisos, empanadas y escabeches.
El cordero neuquino destaca por su sabor auténtico y se sirve al asador, en guisos o empanadas. El ciervo, por su parte, se presenta en milanesas, choripanes o pastas rellenas.
La trucha, estrella por la Ruta de los Siete Lagos, es apreciada por pescadores y se comercializa en distintas formas: fresca, ahumada o enlatada, cocinada a la plancha, en empanadas o con ingredientes como piñones y hierbas.
El piñón, fruto de la araucaria y símbolo mapuche, se consume hervido o como snack. Por último, las manzanas, peras y frutos rojos protagonizan postres, dulces, sidras y salsas.



