O
Juan Carlos Romero

Artista: Juan Carlos Romero (Argentina, Avellaneda, 1931 - Buenos Aires, 2017)
Título: O
Origen: Gran Premio de Honor, LVIII Salón Nacional de Artes Plásticas 1969
Fecha de creación: 1969
Tipo de obra: Grabado
Técnica | Materiales: Esténcil color sobre papel
Medidas: 94 x 68 cm
Formado como grabador, su obra se caracterizó por una constante indagación y expansión de las posibilidades de la técnica. La capacidad que brinda el grabado de reproducir una imagen de forma rápida y poco costosa fue puesta al servicio de sus constantes preocupaciones sociales y políticas. La militancia atravesó su vida y su producción: como obrero telefónico fue un activo integrante de agrupaciones gremiales y como representante de artistas desempeñó el cargo de secretario general del Sindicato Único de Artistas Plásticos. Instaurada la última dictadura militar argentina (1976-1983), fue removido de sus cargos docentes y se exilió en Honduras. Formó parte de numerosos colectivos de artistas, como Arte Gráfico Grupo Buenos Aires, Grupo de los Trece (donde conoció a Edgardo Vigo) y Grupo Escombros (junto a Luis Pazos). Entre fines de la década de 1990 y principios de la siguiente, su interés por el uso experimental del lenguaje lo llevó a crear y codirigir numerosas publicaciones de poesía visual, como Dos de Oro, Vortex y La Tzara. A lo largo de su extensa carrera, también se dedicó a la fotografía, la performance y el arte correo.
Durante la década de 1960, Romero participó del Salón Nacional de Artes Plásticas en tres ocasiones. Finalmente, en 1969, un Jurado conformado por Ana María Moncalvo, Beatriz Juárez, Osvaldo Romberg y Víctor Rebuffo le otorgó el Gran Premio de Honor por su obra O, un esténcil color sobre papel. La pieza recoge su interés por los postulados ópticos y cinéticos del artista húngaro Victor Vasarely, cuya exposición había tenido la posibilidad de ver en el Museo Nacional de Bellas Artes. En esos años, Romero utilizaba tipografías caladas en chapa, las mismas que se empleaban para nombrar cajones de embalaje. Concebía las letras como formas geométricas, a las que fragmentaba, superponía y reiteraba sobre las superficies hasta obtener composiciones que rozaban la abstracción. Si bien piezas como O parecen desligadas de sus convicciones políticas, la experimentación formal y los juegos ópticos provocados por el aparente movimiento de las letras fomentan la participación del público. De esta manera, Romero apuntaba al espectador activo, atento a las distintas perspectivas y puntos de vista.