La transición energética supone un proceso de cambio simultáneo de las esferas tecnoeconómica, sociotécnica y política que comporta la necesidad de sincronizar la gestión de las actividades de I+D+i, el proceso de difusión de tecnologías, las capacidades industriales, la infraestructura y la demanda de energía.

En este sentido, la conjunción entre la amplia dotación de recursos energéticos y minerales estratégicos, la existencia de capacidades, la amplia diversificación geográfica de los mismos, la existencia de trayectorias tecnológicas en almacenamiento de energía en baterías, en producción y uso de hidrógeno y tecnologías eólica, nuclear, hidroeléctrica y solar térmica, entre otras, plantea la necesidad de organizar una hoja de ruta capaz de responder a la naturaleza sistémica del sector energético, donde las actividades de I+D+i pueden cumplir un papel crucial asumiendo como guías las misiones definidas por la tríada conformada por el desarrollo de capacidades nacionales, las transformaciones en los usos finales de la energía y las mejoras de eficiencia.

A continuación, se encuentran las misiones de este Desafío y sus posibles estrategias de intervención.