El ministro Lino Barañao fue uno de los oradores en el encuentro de la Academia Exponencial, organizado por la firma Surfing Tsunamis en el Centro Cultural de la Ciencia (C3). A lo largo de tres jornadas, especialistas del sector público y privado abordan los desafíos que plantea el futuro y la influencia de las tecnologías exponenciales en materia de sustentabilidad medioambiental, económica y social.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del fundador de Surfing Tsunamis, Ignacio Peña, quien invitó a los jóvenes a asumir con heroísmo las actuales problemáticas del país y Latinoamérica para transformar positivamente la realidad mediante la generosidad, el conocimiento y el espíritu emprendedor. Peña cursó estudios de posgrado en la Singularity University, el centro de formación patrocinado por la NASA y Google, en Silicon Valley, dedicado a las tecnologías que están cambiando al mundo.

Por su parte, Barañao subrayó la velocidad con que se suceden los cambios hoy en día, y el reto que ello supone para las generaciones más jóvenes. En ese sentido, explicó que la creatividad y la imaginación serán cualidades indispensables en los empleos del futuro; capacidades que las máquinas no podrán reemplazar a pesar de las crecientes capacidades de cálculo, porque funcionan de manera distinta al cerebro humano. Finalmente, señaló que el conocimiento ha pasado a un segundo plano frente a la facultad para formular nuevas preguntas, y se refirió al científico como aquél que ve lo que todo el mundo ya ha visto, pero piensa en aquello que nadie antes pensó.

Por último, expuso el director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), del Sector de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gustavo Béliz. Durante su intervención describió los puntos más sobresalientes de la industria denominada 4.0, la que no tiene relación con el vapor sino con la inteligencia artificial, y cómo los robots destruirán y desplazarán empleos a la vez que crearán otros.

La actividad invita a reflexionar acerca del rol de la tecnología y la ciencia en función de las demandas sociales vigentes en Argentina y el mundo.