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A pocos kilómetros de la ciudad de Malargüe en la provincia de Mendoza, se encuentra la planta de tratamiento de crudo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) denominada Cerro Divisadero. Por causas aún no determinadas, el 22 de marzo de 2014, se produjo un incendio de dos tanques de almacenamiento de la planta. El incendio generó daños en la planta y 14 heridos leves.

Según el comunicado de la empresa, la planta de Cerro Divisadero “cuenta con seis tanques, de los cuales cuatro son de proceso y dos de despacho de crudo tratado. Estos dos tanques almacenaban al momento del siniestro unos 13.935 metros cúbicos de petróleo para ser enviados a la refinería Luján de Cuyo (Mendoza)”.

El mismo día que comenzó el incendio en la planta Cerro Divisadero de YPF en la provincia de Mendoza, el sensor MODIS a bordo de la misión Terra captó una imagen donde se observa claramente la densa pluma de humo negro que se desprende del incendio de los tanques con petróleo. Como se puede observar en la imagen, la zona donde se encuentra la planta es desértica y alejada de poblaciones.

Al sur de la pluma de humo se observa la Pampa Negra, antiguas coladas de lava producidas por antiguas erupciones basálticas del volcán Payún Matrú. En la parte noroeste de la escena se encuentra la Laguna de Llancanelo, ubicada en el departamento de Malargüe y considerada el humedal más importante de la provincia. Al este de la imagen se observa el Volcán Peteroa, ubicado en provincia de Curicó, en la República de Chile sobre la frontera con el departamento de Malargüe en Mendoza. El Peteroa se encuentra activo, tienen regulares fumarolas y tuvo su última erupción en el año 2010.

En la imagen en combinación SWIR, que resalta la presencia de vegetación en color verde claro y el agua en azul, puede observarse en tono naranja intenso uno de los focos de incendio.

Apenas comenzado el incendio en la planta, se desplegó un operativo que incluyó autobombas de YPF, camiones cisternas, bombas de impulsión de agua, camión espumígeno, camiones de aspiración de fluidos, un helicóptero y seis aviones –cuatro hidrantes y dos sanitarios–, y tres ambulancias con personal médico. Los aviones hidrantes están preparados para diseminar espuma de un producto especial para sofocar el fuego.

Un día después de desplegado el operativo, el incendio fue controlado y dieron comienzo las tareas de mantenimiento para reiniciar las operaciones de las instalaciones cercanas, que habían sido paralizadas preventivamente, debido al riesgo de su afectación.