En 1716, don Juan Alonso de Valdez, gobernador de Buenos Aires, obtuvo por Real Cédula la autorización para levantar un convento de frailes recoletos. Los fondos para levantar la iglesia del convento de los recoletos de la orden reformada de San Francisco, fueron provistos por el zaragozano don Juan de Narbona: de ahí su advocación a la Virgen del Pilar de Zaragoza. Los recoletos fueron expulsados en 1822, en virtud de la reforma eclesiástica del gobierno de Martín Rodríguez.
La iglesia del Pilar está emplazada en un entorno urbano de notables valores naturales y culturales, vecina al cementerio de la Recoleta y al Centro Cultural Recoleta, que ocupa parte de la construcción del siglo XVIII. Precedida por un amplio atrio enrejado, la nave única tiene altares laterales barrocos. En su interior se conservan piezas de gran valor: el frontal del altar mayor, obra maestra del arte barroco del Alto Perú, con impronta de artistas indígenas; la talla de madera de San Pedro de Alcántara, del siglo XVIII, y el altar de las reliquias, que según la tradición, fue obsequiado por el rey Carlos III de España.
La fachada principal es obra del arquitecto jesuita Andrés Blanqui, a quien algunos también adjudican la autoría de la traza. Está compuesta por la torre, que remata en un chapitel acampanado, revestido en azulejos Pas-de-Calais, el nártex avanzado y el frente propiamente dicho. La espadaña, doble, soporta un reloj esférico. La iglesia fue restaurada en las décadas de 1930 y 1940, y en épocas recientes se le devolvió el esquema de color original, totalmente blanco, en reemplazo de la impostación neocolonial, que durante años la mostró con acentos ocres en los elementos compositivos.
Ubicación:
Provincia: Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Dirección: Junín 1898/1904.
Declaratoria: Decreto N° 120.412/1942
Categoría: Monumento Histórico Nacional