Las acciones de la Infantería de Marina en la defensa de las islas
Luego de la recuperación de las islas, la responsabilidad del dispositivo de defensa estuvo a cargo del Ejército Argentino y la Infantería de Marina se incorporó al mismo con 1.357 efectivos, con un 70 % de la fuerza efectiva compuesta por conscriptos. Su núcleo fue el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 Ec. (BIM5). Participaron también el Batallón Antiaéreo, la Batería "Bravo" del Batallón de Artillería de Campaña Nº 1 Ec., la Compañía de Ingenieros Anfibios, una Compañía del Batallón de Infantería de Marina Nº 3 "Almirante Eleazar Videla", una Sección de Perros de Guerra, una Patrulla de la Agrupación de Comandos Anfibios y apoyos.
El objetivo estratégico operacional era mantener la capital --Puerto Argentino-- y el dispositivo defensivo ocupó las alturas circundantes: los montes Tumbledown, Longdon y Harriet. El BIM5 ocupó los montes Tumbledown, Sapper Hill y el valle de Moody Brook con sus tres Compañías. Una Sección de Ametralladoras 12,7 mm. del Batallón Comando y Apoyo Logístico (BICO) ocupó la altura del monte Longdon, junto al Regimiento Nº 7 del Ejército Argentino.
Durante abril, las unidades se dedicaron a la preparación de las posiciones; por ser el terreno de las Islas Malvinas rocoso, húmedo y de bajas alturas, el establecimiento de las posiciones fue un trabajo muy arduo y sacrificado.
El 1º de mayo las fuerzas británicas iniciaron su accionar para recuperar las islas lanzando ataques aéreos que intentaron neutralizar la pista de aterrizaje en Puerto Argentino a fin de cortar los suministros que llegaban por vía aérea.
Paralelamente, los otros abastecimientos que se recibían eran mediante unidades de superficie, pero debido a la amenaza latente de los submarinos no podían ser enviados o se corrían grandes riesgos.
En esta nueva etapa de defensa, el 1º de mayo durante los primeros ataques aéreos con las consiguientes bajas y el Batallón Antiaéreo, la Compañía de Ingenieros Anfibios y el BIM5 perdieron varios efectivos.
Las tropas empeñadas estuvieron sometidas a ataques aéreos durante el día y cañoneo naval nocturno, esto no permitía el descanso y socavaba la moral, siendo ésta la finalidad de los ataques previos a los combates en tierra. Todo mayo transcurrió con esta actividad de hostigamiento permanente y los ingenieros anfibios se dedicaron a la colocación de campos minados.
En este período se produjeron bajas en acciones propias del preludio de los combates que se avecinaban.