Presidencia de la Nación

La huerta adaptada como herramienta de vinculación, desarrollo y potenciación de la autonomía y equiparación de accesibilidad a personas con movilidad reducida

Autores: Daniela Perrotta, Galo O. Delavault, Julieta Alet y Lucas Pepa.


Daniela Perrotta, Galo O. Delavault, Julieta Alet y Lucas Pepa.
Intres, Manuel B. Gonnet,
Provincia de Buenos Aires, Argentina.

Abstract

En sistemas de producción de alimentos, la huerta históricamente ha sido una opción muy utilizada en los hogares. Este trabajo intenta generar una opción accesible para que las personas con movilidad reducida puedan acceder a estas producciones. Con ello se busca abrir una puerta para revalorizar la autogestión en la producción de alimentos de calidad sin agroquímicos, que además permita reconocer los procesos, épocas de crecimiento y desarrollo de algunos de los vegetales que se encuentran en la alimentación de la mayoría de las personas. Esto instala un nuevo punto de vista como consumidores, y, sobre todo, alienta a la autodeterminación e independencia de las personas con movilidad reducida, específicamente a aquellas que se encuentren en silla de ruedas.

Fotografía de las manos de una persona plantando semillas.


Desde un enfoque social Ferrer Fernández (2018) define al huerto terapéutico como aquel espacio urbano, público o privado de tierra cultivada que tiene como fin el trabajo colectivo, la participación activa de un grupo, el intercambio de ideas, el aprendizaje de la hortoterapia, y una nueva alternativa de consumo (autoconsumo), de ocio más saludable y de medio ambiente más sostenible.

En este sentido, este texto plasma la experiencia en territorio de un proyecto de huerta adaptada en el Centro de Día Intres, ubicado en Gonnet, La Plata, provincia de Buenos Aires. El mismo consistió en la construcción de un macetero de huerta diseñado para el uso de personas usuarias de silla de ruedas. Considera sus especificidades y consiste en la colocación de un macetero, de estructuras de madera de 1x6, con un ancho total de 1 metro y medio por 85 cm de altura, con una profundidad acorde para que se movilice una persona usuaria de silla de ruedas, tal como establece la normativa de accesibilidad. Con el objetivo principal de favorecer la participación por medio de experiencias de exploración, ecología y estimulación, que favorecen la accesibilidad para personas con movilidad reducida.

El siguiente proyecto tiene como marco teórico fundamental, la Convención internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas y promulgada en la Argentina como Ley Nacional n° 26.378 en el año 2008. A su vez, tiene en cuenta la Ley 24.901 de prestaciones a nivel nacional y, se ampara en los aportes fundamentales de la Ley Nacional de Salud Mental n°26.657, la Declaración de Alma- Ata, el informe de Lalonde, y la Declaración de Bogotá.

Por otra parte, el proyecto surge de una iniciativa institucional por generar espacios para el desarrollo ocupacional de los usuarios, en el área de participación social a partir de la Ley Nacional N° 24.314 sobre “Accesibilidad de personas con movilidad reducida”. Entiéndase por accesibilidad la posibilidad de las personas con movilidad reducida de gozar de las adecuadas condiciones de seguridad y autonomía como elemento primordial para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, sin restricciones derivadas del ámbito físico urbano, arquitectónico o del transporte, para su integración y equiparación de oportunidades (art.20).

Asimismo, se concibe a la participación social como un factor determinante en la calidad de vida de las personas, y se entiende por participación social a aquellas iniciativas sociales, en las que las personas toman parte consciente en un espacio, en el que se posicionan y suman a ciertos grupos para llevar a cabo determinadas causas que dependen para su realización en la práctica.

Para Burin y otros (1998), la participación es un proceso social que supone un ejercicio permanente de derechos y responsabilidades, reproduciendo un modelo de sociedad, por lo que una de sus claves es la adecuada combinación de derechos y responsabilidades. Se debe tratar, entonces, de asumir cada uno, en función de su propio interés y capacidad una responsabilidad.

En concreto, el proyecto “Huerta adaptada” está destinado a personas con edades a partir de los 16 años que formán parte de la institución “INTRES”, específicamente orientada a personas con discapacidad y movilidad reducida, siendo estas según la Ley 26.378 “aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales, o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás” (p. 5)

La finalidad de este espacio es promover el desarrollo de las personas con discapacidad y movilidad restringida hacia un ecosistema vincular que, enriquezca las redes necesarias para garantizar el acceso a los derechos humanos. Busca fomentar y enriquecer las capacidades de los sujetos desde un espacio natural, el que a su vez se presenta como un espacio accesible, promotor de la igualdad de oportunidades a partir de las estrategias pertinentes del desarrollo sostenible. Con el objeto de articular la biodiversidad del medio ambiente con la diversidad de las personas y priorizar la autonomía y la libertad en la toma de decisiones, como actos fundamentales en el marco de los derechos humanos.

En esta línea de pensamiento, la confección del taller de huerta oscila entre dos ejes necesariamente dialécticos. Un eje que refiere a la especificidad del taller que consiste en una propuesta productiva a partir de la agricultura, la sustentabilidad, la sostenibilidad y las tecnologías apropiadas y accesibles. Y, por otro lado, el eje fundamental del taller es poner en juego dimensiones del sujeto que contribuyan a su vincularidad, autodeterminación, bienestar emocional y desarrollo personal. Estos son los ejes fundamentales y primarios que liderarán en distintas etapas, de forma transversal los talleres durante el presente período.

A partir de esto se prioriza los siguientes objetivos de aprendizaje, que cumplirían carácter de currículum: trabajar sobre elementos fundamentales para contribuir a la universalidad de los derechos humanos, como son el empoderamiento, la autonomía, dimensiones vinculares, desarrollar las capacidades singulares, conocer sus derechos. Con objetivos más específicos que van en el mismo sentido que: Los usuarios se apropien de las herramientas productivas básicas, conozcan y reconozcan los procesos productivos pertinentes y sus requerimientos, adquieran la información necesaria para llevar adelante cualquier proyecto al respecto y, reconozcan la biodiversidad y sus beneficios para poder utilizar la mayor cantidad de recursos disponibles para una producción y vida saludables.

Conclusión

Según Molto y García (2022) el concepto de discapacidad es considerado complejo, dinámico, funcional y multicausal, lejos ya de anteriores paradigmas que proponen a la discapacidad como una condición estática y lineal. Teniendo esto en consideración, y con base en principios del modelo social de la discapacidad y la ley 26.657 de Salud Mental, es que se puede pensar a la salud como un proceso y un estado de bienestar físico, mental y social. Contextualizar a la persona en el entorno en el que vive es primordial para entender las necesidades, barreras y facilitadores que pueden aparecer.

Cuando se habla de procesos dinámicos y necesidades que emergen se puede llegar a la conclusión de la importancia de tener en consideración los cambios históricos y de paradigmas a los que nos sometemos constantemente. En este caso, llevar adelante este proyecto de huerta adaptada brinda, además de autodeterminación e inclusión a las personas con discapacidad, la posibilidad de conocer, reconocer e implementar un consumo responsable e incentivar a la soberanía alimentaria. Conceptos que en el último tiempo han predominado a partir de diferentes políticas públicas y cambios sociales, como la ley de etiquetado frontal de los alimentos, el cuidado del medio ambiente, entre otros.

Para concluir, si se piensa en una salud integral para las personas con discapacidad, no se puede dejar de mencionar la importancia de la participación activa de los usuarios y el trabajo interdisciplinario. En este caso áreas que quizás en otra situación no se hubiesen imaginado trabajar en conjunto, terminaron compartiendo sus saberes y experiencias, para garantizar un proyecto inclusivo y el acceso a los derechos humanos expresados como derechos a la autodeterminación en la alimentación y la calidad de vida que, constituyeron así subjetividad e identidad.

Anexo

Especificación operacional de las actividades y tareas a realizar

Esta actividad propuesta, involucra diversas tareas y pasos a seguir expuestos a continuación:

Pasos Listados de tareas
1° tarea Planificación del proyecto en su totalidad: participantes, ideas a implementar, materiales a utilizar, confección del armado de macetero.
2° tarea Gestión de los recursos materiales: compra de maderas y recolección de materiales: tornillos, lijas, tierra y humus.
3° tarea Armado de estructura: lijado de maderas y colocación de maderas en sus medidas correspondientes con tornillos.
4° tarea Prueba de prototipo por diferentes usuarios y ajustes.
5° tarea Llenado de macetero con humus y tierra.
6° tarea Prueba funcional de prototipo y evaluación de accesibilidad.
7° tarea Plantación, riego y mantenimiento.

Fotografía de un joven con discapacidad motora y un hombre sin discapacidad regando una huerta.

Proceso de realización de huerta adaptada y producto final

Fotografía de una huerta adaptada, elevada en altura.

Referencia Bibliográfica

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