Presidencia de la Nación

Carta abierta a un supermercado

Autora: Zabalegui, Malena. Comunicadora Social (UNLZ), Diplomada en Formación en Educación Sexual Integral (UNSAM). Escritora especializada en Géneros y Derechos Humanos.


Hace 20 años que vivo al lado tuyo, así que yo te conozco. Sos ese supermercado que destina una sola Caja para gente con prioridad, y amontona a personas con discapacidad, embarazadas, con movilidad reducida y mayores de 65 años en una única fila que siempre resulta más larga que las demás. ¿Por qué no habilitar una segunda Caja? ¿Cuál será tu idea de prioridad? ¿O sólo se trata de cumplir a desgano la normativa y no garantizar derechos?

Yo te conozco. Sos ese supermercado que, pese a mis reiterados pedidos, se niega a poner un par de asientos junto a la larga fila “de prioridad”. Si hay a la vista sillas y banquetas sin uso, ¿por qué no reservarlas de manera permanente para quienes más lo necesitan? ¿Por qué esperar a que las propias personas con discapacidad tengan que pedir a diario un asiento, si la situación se repite una y otra vez cada jornada?

Yo te conozco. Sos ese supermercado al lado de mi casa que destina a personas con prioridad una Caja que está literalmente escondida detrás de una gruesa columna, con lo cual no se ve el cartel que indica la especificidad de dicha Caja. Si ya te sugerí que el cartel esté más visible y que sea de un color llamativo para que personas con y sin discapacidad puedan identificar la Caja con facilidad, ¿por qué en 20 años nunca implementaste estas simples modificaciones? ¿Por qué fomentar peleas entre personas sin prioridad (que hicieron la fila largo rato por no saber de la particularidad de la Caja) y personas con prioridad que reclaman genuinamente su derecho? ¿Cómo no hacer algo para evitar estos absurdos enfrentamientos cotidianos?

Yo te conozco. Sos ese supermercado que no se involucra y permite que en la fila “de prioridad” cualquiera me pueda violentar con acusaciones tales como “¡Qué vas a ser discapacitada si no se te nota!” o “Seguro que ese certificado de discapacidad es falso. Conozco varios casos”. ¿Por qué alimentar la violencia entre tu clientela si una intervención a tiempo evitaría el conflicto? ¿Por qué mirar para otro lado si todos los días se generan tensiones innecesarias en tus establecimientos?

Yo te conozco, pero se nota que vos no me conoces. Soy una persona con discapacidad motora y con una enorme capacidad intelectual, emocional y pedagógica como para encarar cada compra en tus locales con conciencia de mis derechos, infinita paciencia y vocación docente. Vos no me conoces, pero yo lucho contra el modelo genocida de la prescindencia y contra el modelo individualista de la rehabilitación. Sostengo y divulgo el modelo social de la discapacidad porque valoro la diversidad humana y, por eso, me ocupo de capacitar informalmente a tu personal en temas de discapacidad y derechos humanos. Y tu personal responde extraordinariamente bien.

Ahora falta que respondas vos. Pero no quiero un comunicado escrito, redactado convenientemente por la gerencia de marketing. Quiero una respuesta concreta a los obstáculos que vos ponés en nuestro camino y que se convierten en verdaderas barreras físicas y de comunicación:

1. Quiero que la fila de prioridad sea la más rápida de todas. Que se habiliten dos o tres Cajas, si fuera necesario;

2. Quiero que haya un par de asientos permanentemente disponibles junto a la Caja de prioridad, para no obligar a nadie a reclamar el mismo derecho una y otra vez;

3. Quiero que la Caja de prioridad se encuentre a la vista de todo el mundo (no detrás de una columna ni de grandes exhibidores de productos) y que modifiques la cartelería para que se la identifique de manera clara e inequívoca;

4. Quiero que capacites a tu personal en discapacidad y derechos humanos para que sólo admita personas con prioridad en dicha Caja, y para que sepa cómo intervenir respetuosamente en caso de situaciones conflictivas;

5. En definitiva, quiero apoyos y ajustes razonables para que, en conjunto, contribuyamos a valorar y divulgar el paradigma social de la discapacidad y aprendamos a convivir en la diversidad.

Pongamos coto, de una vez por todas, al maltrato y a la discriminación.

Muchas gracias.

Bibliografía de referencia:

  • AZNAR, Andrea y GONZÁLEZ CASTAÑÓN, Diego. 2008. Autodeterminación: Conceptos básicos para familias y Profesionales. ITINERIS. Disponible en: http://www.itineris.org.ar

  • PALACIOS, Agustina. 2008. El modelo social de la discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Madrid, Ed. Cinca.

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