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Villa Epecuén está al suroeste de la provincia de Buenos Aires, se fundó como villa turística en enero de 1921. Llegó a poseer 1.500 habitantes estables. Entre las décadas de 1950 y 1970 recibieron a 25.000 turistas que llegaban desde Buenos Aires y desde la ciudad más cercana, Carhué.

La laguna salada que bordeaba Villa Epecuén, era el centro de atracción de la industria farmacéutica y la fabricación del vidrio y para los abuelos que buscaban el alivio del agua salada en sus articulaciones. Epecuén contaba con una escuela, un matadero, un balneario e incluso con el castillo de una dama francesa.

En el año 1975 se construyó el canal Ameghino para unir y regular el caudal de las lagunas de la región, entre ellas, la laguna Epecuén. De este modo, ninguna laguna sufriría sequía y tampoco se desbordaría. Sin embargo, desde 1976 no se controló el desempeño de la obra de ingeniería y desde ese descuido, la laguna creció entre 50 y 60 centímetros anuales.

El terraplén al costado del pueblo soportó el aumento en la presión hasta la noche del 10 de diciembre de 1985, la sudestada arrojó un enorme caudal, que venció la guardia del terraplén y dejó a Villa Epecuén 4 metros bajo agua. El nivel del agua aumentó hasta que en 1993 la profundidad era de 10 metros. La gran mayoría de los habitantes decidieron reiniciar sus vidas en Carhué.

La serie que ponemos a disposición se compone de imágenes obtenidas por la misión satelital Landsat 5 a través de su instrumento TM, que captó escenas de la zona de Villa Epecuén entre 1985 y 1993, y de una imagen de 2013 obtenida por el instrumento OLI de la reciente misión satelital Landsat 8. Esta serie temporal permite observar como se produce la variación en el nivel del agua de la laguna. El color verde es suelo cubierto de vegetación, las manchas rosas representan campos agrícolas con suelo desnudo y la costa expuesta tiene una tonalidad marrón claro.
Al analizar el patrón climático en nuestro país se observa una oscilación entre décadas. Desde mediados de los años 70 la época de lluvias aumentó en duración y en intensidad. Este patrón se está revirtiendo desde mediados de la década del 2000, es decir, los años son cada vez más secos, por lo que el agua de la laguna se está evaporando, dejando esas formas redondeadas y salitrosas de color marrón claro en el terreno. Esta época de sequía le permitió a Villa Epecuén salir a tomar aire por primera vez desde aquella noche en 1985.