Presidencia de la Nación

Impacto ambiental del transporte


Dentro del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero, el transporte se incluye en el sector Energía, dado que cada medio y modo de transporte consume energía por cada persona o carga transportada liberando dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y otros hidrocarburos, óxidos nitrosos (N2O), monóxido de carbono (CO) y material particulado.

13,9% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) en nuestro país provienen del transporte.

Es la segunda fuente de emisiones del sector energía, por detrás de industrias de la energía (de acuerdo al Cuarto Informe Bienal de Actualización, IBA 4)

  • Casi la totalidad de los 19,6 millones de unidades de transporte que componen el parque vivo nacional consumen combustibles fósiles (99,67% de la energía requerida por el sector).

  • En 2019 el consumo de gasoil fue de 11.650 millones de litros.

A nivel nacional el transporte consume:
100% de las motonaftas refinadas en el país
96% del aerokerosene
66% del gasoil
19% del fuel oil
11,7% del gas natural
12% gasto en gasoil

En 2019, el sector transporte consumió un tercio (33%) de la demanda energética del país:
39% de gasoil
36% de nafta
12% de gas natural
9% de biocombustibles
4% de otros combustibles.

  • El consumo de energía del transporte creció 64% entre 2002 y 2019, mientras que la generación total de energía para consumo final creció 44% en el mismo período.

  • El transporte (cargas y pasajeros) fue el sector que más energía consumió: en 2002 su cuota del total fue del 27,9% y para en 2019 creció a 31,7%.

  • En 2002 su consumo era 10,7% superior al sector industrial, segundo en importancia, y para 2019 la diferencia aumentó a un 38,2% (Secretaría de Energía y Minería, 2020a).

Se trata de un aumento marcadamente superior al promedio mundial: entre 2000 y 2017 el consumo de energía global del sector transporte aumentó 38% (Slocat, 2018:25).

Emisiones de GEI del sector Transporte

Evolución de las emisiones del subsector transporte

Fuente: INGEI 2018

Se prevé que el transporte continúe creciendo, tanto en pasajeros/kilómetro como en toneladas/kilómetro a un ritmo similar que la economía nacional.** Esto tendrá un impacto directo en el consumo de energía y la emisión de GEI**, que se explican por:
La predominancia del transporte automotor y falta de jerarquización del transporte ferroviario y marítimo.
El aumento en la tasa de motorización.
El incremento del transporte de productos semiterminados entre distintas locaciones de una misma organización.
El crecimiento de volúmenes de cargas para el mercado interno y la exportación.
El corrimiento de las fronteras agrícolas.
La extensión territorial del país y su concentración urbana.
La presión creciente sobre las infraestructuras viales, ferroviarias y portuarias en torno a puertos y pasos fronterizos.

A estas variables se le sumarán incertidumbres y riesgos producto de los cambios externos y tendencias que se vienen desarrollando en el contexto global y regional, que tienen el potencial de aumentar, reducir y/o modificar las dinámicas de transporte al interior del país, entre las que se destacan:

  • Crisis de las cadenas logísticas internacionales
  • Restricciones sanitarias
  • Digitalización de las actividades
  • Aumento del comercio electrónico
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