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El 2 de Junio de 2012 el sensor MODIS a bordo de la misión Aqua captó una tormenta de arena que azotó el sudeste de Irak. Los vientos arrastraron finos sedimentos sobre el Golfo Pérsico y en el noreste de Arabia Saudita.

En Kuwait la tormenta afectó todas las actividades, paralizando el país, con la visibilidad reducida a menos de 500 metros. Por otra parte, más allá de los efectos negativos de la tormenta, la población se vería beneficiada por el descenso de las altas temperaturas, por encima de los 50°C, en tanto el polvo bloquea el sol.

Tal como se observa en la imagen, los vientos del noroeste soplaron a una velocidad entre 60 y 70 kilómetros, empujando las partículas de polvo hacia Kuwait desde los países vecinos.

La captación de MODIS da cuenta de la intensidad de los vientos, mostrando una nube de arena que atraviesa parte de Irak y se extiende sobre el territorio kuwaití, afectando también las costas del Golfo Pérsico, en el tramo sur del río Shatt al-Arab, límite político entre Iraq e Irán.