Presidencia de la Nación

Ofensores sexuales


Propósito

Cimentado en un modelo de intervención psicosocial –desde un enfoque cognitivo conductual– asiste en términos de tratamiento a las personas condenadas por la comisión de delitos contra la integridad sexual con el fin de reducir los índices de reincidencia.

Este modelo de intervención pretende generar un espacio de aprendizaje que le posibilite al sujeto organizar la conducta y disminuir los factores de riesgo dinámicos (hábitos y valores delictivos, distorsiones, justificaciones, falta de empatía, entre otros).

Destinatarios

Hombres mayores de 21 años condenados por delitos contra la integridad sexual.

Metodología

Para la admisión se toman en cuenta las siguientes condiciones:

a) Haber sido condenado con sentencia firme por delitos contra la integridad sexual.

b) No sufrir, además del trastorno primario, patología somática o mental descompensada.

c) Contar, como mínimo, con 3 años de sentencia hasta el agotamiento de condena a los fines de completar todas las fases del tratamiento.

La desvinculación se produce por las siguientes causas:

a) Generar situaciones de violencia en el grupo o la sesión individual.

b) Sufrir descompensación clínica o psicótica.

El Programa demanda unos tres años de tratamiento, pero dependerá del compromiso y recorrido del participante en el logro de los distintos objetivos, sus capacidades y evolución, además del tiempo de condena.

Se estructura de la siguiente manera:

  • Fase I: evaluación diagnóstica individual, abordaje sobre la problemática del interno en relación a los delitos contra la integridad sexual e integración grupal (de 8 a 10 de meses de duración).

  • Fase II: se trabaja sobre la implicancia subjetiva de las conductas transgresoras y sus consecuencias. Se aborda la historia personal de cada interno (de 10 a 12 meses de duración).

  • Fase III: prevención de recaídas y resiliencia (capacidad de sobreponerse a las adversidades).

Durante la etapa de preadmisión, se efectúan evaluaciones en las unidades de origen para elaborar el diagnóstico presuntivo, estableciendo el nivel intelectual y la estructura psicopatológica predominante (neurosis, perversión, psicosis, trastornos de la personalidad, mecanismos defensivos estructurantes) a cargo de los profesionales de la salud mental (psicólogos y psiquiatras) de las áreas de Sanidad y Criminología, en conjunto con el Servicio Social, quienes realizan los estudios necesarios para establecer el perfil criminológico y seleccionar a los internos que reúnan los criterios para ser trasladados y alojados en el Complejo Penitenciario Federal V – Senillosa.

Equipo de profesionales intervinientes

El Programa de tratamiento para ofensores sexuales exige intervención y participación de todas las áreas de tratamiento. Además, se destaca la importancia del personal de Seguridad Interna, ya que su rol de operador terapéutico implica que conozcan el dispositivo y que estén al tanto de las conductas que puedan presentar los internos, comunicando las novedades pertinentes y reuniéndose con el equipo tratante de todas las áreas.

Unidades de aplicación

Se lleva a cabo en el Complejo Penitenciario Federal V – Senillosa.

La pre-admisión se realiza en las unidades y complejos donde hay internos alojados con esta problemática: Complejo Penitenciario Federal II, Complejo Federal de Jóvenes Adultos, Colonia Penal de Santa Rosa (Unidad 4), Instituto de Seguridad y Resocialización (Unidad 6), Prisión Regional de Norte (Unidad 7), Colonia Penal de Viedma (Unidad 12), Cárcel de Esquel (Unidad 14), Colonia Penal de Candenlaria (Unidad 17), Colonia Penal de Ezeiza (Unidad 19) y Cárcel Federal de Jujuy (Unidad 22).

Al finalizar, los internos deben regresar a las unidades respectivas, donde continúa la evaluación y evolución a cargo de un equipo tratante multidisciplinario, el que debe considerar la posible incorporación a modalidades de autodisciplina y/o situaciones previas a egresos anticipados.

Más información

Boletín Público Normativo N°576

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