Presidencia de la Nación

Géneros, masculinidades y diversidades


Desde que nacemos, según nuestros genitales, nos asignan un sexo y un género: pene/masculino/varón o vulva/femenino/mujer. Esta clasificación no es un mero hecho biológico sino una interpretación cultural que reduce la diversidad a dos únicos sexos/géneros (dejando afuera a las personas intersex, personas trans, no binarias, entre otras).

Nuestras formas de actuar, de ser, de sentir no responden a diferencias naturales o biológicas sino que son resultado de lo que llamamos socialización de género. Es decir, de las formas en que nos crían y educan en lo que es masculino o femenino según la cultura y el momento histórico; generando mayores ventajas y/o privilegios para los varones por sobre las mujeres y otras identidades.

¿Por qué pensar desde una perspectiva de género? Porque nos permite ver el modo en que las asimetrías sociales entre los géneros impactan de forma diferente en nuestra salud.

Masculinidades

La forma en la que nos enseñan a ser varones afecta nuestra salud y la de las personas con las que nos vinculamos. Desde la DIAJU buscamos desarmar los mandatos, contribuir a la prevención de la violencia de género y la discriminación, y mejorar el acceso a la salud de los propios varones.

Proponemos espacios de capacitación a equipos de salud para incorporar la perspectiva de género, masculinidades y diversidad en sus prácticas cotidianas.

En el 2018 consultamos a adolescentes varones qué pensaban sobre el género, la salud, la violencia, la diversidad sexual y su relación con el sistema de salud. Acá podés ver los resultados.

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