Peligrosidad Geológica
Los procesos naturales de origen geológico tales como terremotos, erupciones volcánicas, movimientos de laderas (avalanchas, flujos, deslizamientos y caída de rocas) e inundaciones indican que el planeta está en constante actividad. Muchos de estos procesos constituyen en sí peligros geológicos.
Estos procesos pueden clasificarse como endógenos, es decir aquellos que se originan en el interior de la Tierra, entre ellos los terremotos y el volcanismo, o exógenos, que se desarrollan sobre la superficie terrestre y son activados por los agentes meteorológicos, la fuerza de la gravedad o procesos erosivos que modifican la superficie terrestre. En ocasiones estos procesos son producidos o potenciados por la acción antrópica. Por ejemplo: la construcción de carreteras, puentes o urbanizaciones puede provocar la inestabilidad de taludes o alterar los escurrimientos de las aguas superficiales.
El concepto de peligrosidad geológica hace referencia únicamente al efecto del proceso, mediante una estimación cualitativa de la posibilidad o probabilidad de ocurrencia del mismo, independientemente de las consecuencias que este pueda tener o de las pérdidas que pueda ocasionar.
El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) desarrolla de manera sistemática cartografía de los procesos que constituyen una amenaza para la ocupación del vasto territorio de la República Argentina. Los principales procesos considerados y cartografiados son: volcánicos y sísmicos, procesos de movimientos en masa, procesos fluviales violentos y de inundaciones o crecientes tranquilas, la destrucción de playas e inundaciones en el litoral atlántico, la erosión y sedimentación, y la salinización de suelos.
Esta tarea se ve plasmada en la realización de Cartas de Peligrosidad Geológica a escala 1:250.000, de acuerdo con el programa de levantamiento sistemático del territorio nacional. También se realizan Estudios de Peligrosidad Geológica a escala de detalle (1:25.000 a 1: 5.000, o mayor) a solicitud de organismos provinciales y/o municipales, o como función del SEGEMAR, para contribuir a la prevención o mitigación del impacto que producen determinados procesos naturales.
