El Programa tiene por finalidad contribuir en la mejora de la calidad educativa y, consecuentemente, en la calidad de vida de niños y jóvenes de nuestro país, los cuales debido a condiciones vulnerables a las que se enfrentan por diversas razones, se ven obligados a abandonar su escolaridad; reduciendo de este modo sus posibilidades de progreso. Reconocemos que cada escuela rural es más que un establecimiento educativo: es el centro de una comunidad, su columna vertebral, la única institución presente -muchas veces- en decenas de kilómetros. Por ello, nuestro compromiso busca que cada escuela del PER sea un verdadero polo de desarrollo sostenible.

El Programa colabora con 44 Escuelas Rurales, que se encuentran ubicadas en lugares recónditos de nuestro país, mediante donaciones de alimentos no perecederos, indumentaria, calzados, artículos de librería, libros y juguetes entre otros. Además, se realizan mejoras edilicias.