Presidencia de la Nación

Visita de profesionales de la Comisión a la Provincia de Santa Fe

1ª Etapa - Ciudad de Santa Fe

Desde el 12 al 15 de marzo pasado, el Arq. Eduardo de Bianchetti, integrante del Área Técnica de la Comisión Nacional de Monumentos, realizó una visita a las ciudades de Santa Fe, Rosario y San Lorenzo, con el fin de relevar las obras en ejecución, y evaluar el estado de conservación de varios monumentos históricos, en conjunto con autoridades locales y responsables directos de los bienes.
Entre las distintas situaciones tratadas, la más compleja fue la de la Casa del Brig. Gral. Estanislao López. En el año 2017, frente al grave colapso parcial de un sector del primer patio, se realizaron demoliciones innecesarias en otros sectores del monumento, sin mediar consulta con la Comisión Nacional de Monumentos, su ente tutelar.



Casa del Brigadier General Estanislao López, Santa Fe


Aun habiendo tomado contacto la Comisión con las autoridades santafecinas en el mismo año del problema, no se pudo avanzar entonces con un acuerdo que resolviera la situación inicial, ni las malas acciones posteriores. Tiempo después, y gracias a la firmeza de la Comisión y a un cambio de actitud del Gobierno de la Provincia de Santa Fe, se acordó un encuentro con las autoridades de la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (DIPAI), para destrabar la situación. Se analizó el punto en que nos encontrábamos: una licitación pre-adjudicada sobre un proyecto que no fue sometido a la consideración de la Comisión con el tiempo necesario. Asimismo, tampoco se habían podido revisar los supuestos que guiaron la formulación del proyecto, que resultaron errados. Por la Comisión concurrieron al encuentro el Arq. de Bianchetti y la Delegada en la Provincia de Santa Fe, Dra. Arq. Laura Tarchini. Una vez reconocida la situación, se comenzaron a estudiar las alternativas para revertir, hasta donde fuera posible, las malas intervenciones ya realizadas, a la vez que para evitar acciones similares en el futuro.
En la reunión se acordó respetar al máximo la materialidad original por su valor como testimonio, evitar intervenciones agresivas y no reversibles, y reemplazar componentes arquitectónicos sólo en el caso de ser realmente necesario. Los profesionales de la Comisión destacaron que -en esta y en cualquier intervención- es menester analizar la lógica del edificio y los subsistemas de la construcción, de modo de encontrar la solución más adecuada a los problemas que se irán presentando en el transcurso de la obra. En ese mismo sentido, los especialistas solicitaron la realización de un peritaje estructural del sector de fachada más afectado por el colapso, y de la capacidad portante del suelo en ese sector. También se solicitó la realización de estudios arqueológicos en la cisterna del segundo patio, y en otros puntos que se consideren de interés.
En la visita al monumento, se comprobó que el deterioro no avanzó de manera muy notoria, con la excepción del crecimiento de flora invasiva, que se solicitó remover con métodos adecuados. También se constató la mejora del apuntalamiento del sector afectado, se acordó aceptar como irreversibles algunas demoliciones del segundo patio, y se desaprobó la intención de producir testigos falsos: pensaban armar pequeños fragmentos de muro de adobe en recuadros dejados en los muros que levantaron para reemplazar a los demolidos, y exhibirlos como “testimonios” de las paredes originales. Por otra parte, existe en el predio un muro de tapia que perteneció al antiguo Convento de los Mercedarios que se encuentra protegido, y para el que se consideraron mecanismos para asegurar su buen estado y puesta en valor.



Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe


Posteriormente, los comisionados visitaron el Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral, donde comenzaron los trabajos de restauración en la fachada principal. Los profesionales recorrieron los andamios y así pudieron observar de cerca el principal problema de esta obra: los elementos decorativos, pilastras, relieves, columnas, pináculos y tracerías que están armados con hierro, pero con la masa de los ornatos en mortero de cal. Esta conformación genera que, desde un principio, la corrosión degrade el metal y produzca innumerables fisuras, grietas y desprendimientos. Un notable vicio de origen que necesita ser corregido. El otro problema detectado es la erosión de los componentes, elementos figurativos que fueron perdiendo rasgos y relieves y que -en algunos casos- es complicado recomponer. Frente a estos problemas, el equipo interviniente por parte de la Universidad se mostró responsable, profesional y atento a las recomendaciones de la Comisión de evitar cualquier reemplazo injustificado.
Finalizando la primera etapa, el Arq. de Bianchetti recabó información sobre las ruinas de Santa Fe la Vieja en Cayastá, por estar abocada la Comisión a producir la delimitación definitiva del predio.

2ª Etapa - Rosario y San Lorenzo

En la ciudad de Rosario, el Arq. de Bianchetti y la Asesora Honoraria de la Comisión, Arq. Elina Heredia, visitaron el Monumento Nacional a la Bandera, donde pudieron constatar el avance en la estabilización de algunos problemas estructurales. También se relevaron otros trabajos, especialmente la Proa, la Torre y el Propileo, así como la consolidación, restauración y hasta el reemplazo de placas de Travertino. Otras tareas se desarrollaron sobre las escalinatas. Del lado del Pasaje Juramento, las tareas aún no se habían completado al momento de la visita. Es de señalar que, lamentablemente, no se terminará la impermeabilización de la cubierta del Propileo, pese a estar prevista en el proyecto. Sólo se verificaron y sujetaron las placas de su cielorraso. Sobre los grandes apoyos de las urnas de bronce en los ángulos de este espacio ceremonial, no se practicó ningún tratamiento hidrófugo, lo que genera la entrada de agua en los locales interiores correspondientes. Es de lamentar que las obras no se puedan completar según lo previsto.



Monumento Nacional a la Bandera, Rosario


Ante el cese de financiamiento de las obras por parte del Ministerio del Interior, el Municipio de Rosario hizo pública la intención de hacerse cargo de la continuación y finalización de los trabajos. Con este panorama, el personal de la Comisión se reunió con el Sr. Secretario de Obras Públicas del Municipio, Ing. Raúl Daniel Álvarez, con el Director General de Arquitectura, Arq. Gerardo Barros, y con la Inspectora de la obra, Arq. Vanina Marini. Si bien el estado de situación resulta complejo de abordar para la Municipalidad, los profesionales conversaron sobre las posibilidades y modos de continuar con el rescate del Monumento, más allá del plazo final del actual contrato.
Finalizado el encuentro, el Arq. de Bianchetti visitó el Antiguo Palacio de Justicia, actual Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, donde se detectaron obras inconsultas en la fachada posterior. En este caso, se aclararon los motivos por los cuales no se habían seguido los procedimientos establecidos, y se acordó reencauzar los trabajos en orden al criterio de la Comisión Nacional de Monumentos.



Covento de San Carlos, San Lorenzo


Seguidamente, la visita continuó en el Convento de San Carlos (San Lorenzo), debido a la preocupación que el Diputado Nacional, Dr. Lucas Incicco manifestó a la Comisión por su estado de conservación. Una vez allí, el representante de la Comisión tomó contacto con referentes de la localidad y con el Superior del Convento, quien informó a Incicco sobre el estado de conservación del edificio después de la intervención financiada por la ex DNA, concluida en 2014.
Recorrida la Iglesia, el sector ocupado por el Museo de gestión Municipal, las habitaciones conventuales, otras dependencias y las cubiertas, el especialista observó que si bien el estado de conservación no es ideal, la integridad del conjunto no parece estar amenazada. Existen varios desajustes, entre los más importantes, la humedad remanente en el interior de la cúpula. También se detectó humedad de cimientos en casi todo el monumento. Por tratarse de construcciones dos veces centenarias, el ingreso de humedad ascendente resulta inevitable, hecho que afecta la materialidad de ladrillos, morteros y revoques, y que puede traer inconvenientes en el mediano plazo. En este caso particular, se recomendó la instalación de equipos de electro-ósmosis para revertir el problema. También ingresa humedad por las cubiertas. En este caso, es preciso hacer una revisión más profunda de las aislaciones. El sistema de desagüe original parece funcionar bien. A su vez, se observaron fisuras en las bóvedas del Convento. Cabe apuntar que su aparición es casi inevitable por razones mecánicas: las bóvedas de medio punto se fisuran en las claves por una cuestión de forma. Se rellenan con productos elásticos en frío, para luego cubrir la cara visible con un revoque de cal. La acción no evita por completo futuras rajaduras, pero retarda su reaparición. También se constataron intervenciones muy inadecuadas en las celdas, donde se incorporaron sin criterio ni control baños y cerramientos indebidos. Otro tema a rever es la pintura de relieves arquitectónicos en la fachada del templo y en algunos zócalos: se utilizó un color rosa intenso, no autorizado por la Comisión Nacional. También se debería controlar en adelante la recuperación del órgano de la Iglesia, así como también del mobiliario y accesorios históricos. A todo esto se suma que el Convento aloja muy pocos frailes, situación que complica el mantenimiento y la conservación preventiva. Por otra parte, la Orden se hace cargo de varios establecimientos educativos de la localidad, lo cual le demanda recursos que no puede destinar a la conservación edilicia. En principio, sería conveniente que los frailes se concentren en un sector del edificio acorde a su número real y potencial, mejorando sus condiciones de vida.



Covento de San Carlos, San Lorenzo


En cuanto a la solución más atinada para el caso, es preciso abordar el desafío de gestionar el conjunto de manera colaborativa, ya que los presupuestos nacionales contemplan partidas cada vez más acotadas. Por tratarse de un monumento de primerísimo orden, se debe interesar a varios actores -sobre todo los ya tienen presencia en el lugar-, y producir una coordinación tal que los esfuerzos de las partes se articulen en un plan de manejo a largo plazo. Los actores que deberían estar involucrados en el rescate y manejo del bien pueden ser:

  • La Secretaría de Cultura de la Nación (Comisión Nacional de Monumentos / Escuela Nacional de Museología);
  • La Secretaría de Obras Públicas;
  • El Ministerio de Defensa y el Ejército Argentino;
  • El Estado Provincial, a través de sus áreas de Cultura, Obras Públicas, Educación y el Ente Metropolitano de Rosario;
  • La Municipalidad de San Lorenzo, que tiene su origen en la existencia dos veces secular del Convento, su principal recurso turístico.

La región es un punto de salida de producciones agroindustriales que pueden generar recursos para financiar un manejo óptimo. También es factible motivar el interés en la cuestión de la Universidad Nacional de Rosario, que cuenta con profesionales de excelente nivel en la conservación edilicia. De optimizarse la ocupación del edificio, el Museo podrá recibir más visitantes y de tal modo, generar más recursos para su conservación. Asimismo, se puede invitar a instituciones locales relacionadas con la Historia o la Gesta Sanmartiniana, a ocupar -de manera racional y controlada- espacios hoy desaprovechados que pueden ser utilizados para actividades culturales o educativas.
La posibilidad de establecer una Escuela Taller en el ámbito de la restauración edilicia y de mobiliario que pueda servir como salida profesional a los jóvenes de la zona y ayudar a la conservación del edificio y sus componentes, como así también de los objetos museológicos o de valor patrimonial del conjunto monumental, puede incluso superar ese espacio y contribuir a la comunidad en su conjunto.


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