El ministro de Trabajo participó el lunes 28 de mayo de la sesión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo, reunido en la oportunidad para elegir al nuevo Director General de la organización. Guy Ryder, ex presidente de la Central Sindical Internacional (CSI), resultó electo con un total de 30 votos.

Tomada expresó las razones por las cuales la Argentina apoyaba al candidato del sector de los trabajadores haciendo hincapié en la necesidad de mantener la dirección en el ámbito de la OIT en relación al empleo, los derechos laborales y la protección social, en particular en el contexto de la actual crisis económica y financiera internacional.

La elección finalizó luego de seis rondas de votación en las que fueron eliminados los 8 candidatos en el siguiente orden: Níger, Suecia, Senegal, Países Bajos, Malasia, Benín, Colombia y, finalmente, Francia, quien logro 26 votos.

Los países de América Latina y el Caribe apoyaron en forma unánime en las sucesivas votaciones al Vice Presidente de Colombia, Sr. Angelino Garzón, demostrando con ello la consolidación y la unidad de la región detrás de su candidato.

Por esta razón, el grupo latinoamericano se convirtió en el factor fundamental para definir la elección al otorgar los votos necesarios para que Guy Ryder fuera consagrado el nuevo Director General de la OIT.

Destacó también el desafío que implica sostener una visión equilibrada con especial consideración a los intereses de los países en desarrollo.

Guy Ryder agradeció el apoyo de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, con quien mantuvo sucesivas reuniones durante sus visitas a la OIT (2007 y 2009) y en el marco de las Cumbres Presidenciales del G20, compartiendo el énfasis en la perspectiva social a fin de alcanzar el crecimiento económico con inclusión social.

Este apoyo argentino a un candidato de trayectoria sindical y de nacionalidad británica, indica que la Argentina valora los méritos personales y los valores de solidaridad sostenidos por Ryder. Ello demuestra que la negativa del Reino Unido a cumplir con lo dispuesto por las Naciones Unidas de establecer el diálogo para la resolución en la cuestión Malvinas, no afecta el vínculo de respeto de la Argentina hacia el pueblo inglés y sus trabajadores.