Presidencia de la Nación

Sin olvidar el pasado, trabajamos para el futuro

El propósito expreso de los golpistas de 1976, fue el de clausurar las expresiones de una sociedad que se venía manifestando a través de sus organizaciones políticas, sociales y culturales en términos que implicaban un reclamo de soberanía nacional, de justicia social y de auténtica democratización.


El propósito expreso de los golpistas de 1976, fue el de clausurar las expresiones de una sociedad que se venía manifestando a través de sus organizaciones políticas, sociales y culturales en términos que implicaban un reclamo de soberanía nacional, de justicia social y de auténtica democratización.

Para lograrlo, instalaron como objetivo central de su accionar, la desarticulación de las expresiones más dinámicas de esos reclamos y principalmente las del movimiento obrero argentino. Bloquearon su razón de ser, esto es, su poder de negociación y por tanto de representación, en el mundo de las relaciones laborales.

Un repaso de las primeras medidas que se adoptaron revela la perversa precisión de sus ataques. Las modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo, la supresión de la negociación colectiva y de todos los organismos de negociación salarial. La intervención a la CGT, la prohibición de toda actividad sindical y la erradicación del derecho de huelga. Estas fueron las decisiones liminares de una normativa que agredió al movimiento obrero y que tuvo un fatal corolario con el encarcelamiento y desaparición de miles de dirigentes gremiales.

Así impusieron un sistema represivo que permitió la redistribución regresiva del ingreso, la desarticulación del aparato productivo y fomentó el desempleo masivo.

Como puede verse, esos hechos acaecidos hace 30 años, no pertenecen a un pasado olvidable, sino por el contrario, están incrustados en los aspectos más dolorosos de la actualidad. Aún tenemos niveles de exclusión social y pobreza, que se reconocen en las políticas que aquellos usurpadores impusieron con una crueldad ignominiosa.

Desde el 25 de Mayo del 2003, con la presidencia del Dr. Néstor Kirchner, hemos iniciado un camino que busca restablecer el valor de la memoria, el imperio de la justicia y reparar las fracturas sociales que aún nos duelen.

En el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social trabajamos todos los días en esa dirección. Con el objetivo puesto en la inclusión social. Restableciendo la confianza en el trabajo. Luchando contra la evasión y generando condiciones para más empleos dignos, que es esencial para que las familias argentinas vuelvan a vivir en paz.

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