Salud extiende acuerdo con Río Negro para la producción de medicamentos contra la tuberculosis
La cartera sanitaria nacional adquirirá más de 12 millones de unidades que serán distribuidas en forma gratuita a hospitales y centros de salud públicos para el tratamiento de los casos de esa enfermedad contagiosa detectados en Argentina desde 2012.
El ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, suscribió junto a su par de Río Negro, Luis Zgaib, un convenio a partir del cual el laboratorio público Productora Zonal de Medicamentos (PROZOME) de esa provincia proveerá a la cartera sanitaria nacional casi 12 millones de unidades de medicamentos para el tratamiento de los casos de tuberculosis, tanto sensible como resistente a fármacos, que se detectan en el país desde el año 2008.
“Este acuerdo es trascendental porque el PROZOME está trabajando para el Ministerio de Salud y, en definitiva, para el país al fabricar los medicamentos antituberculosos con los que teníamos muchos problemas de provisión, que con este convenio han quedado zanjados por varios años”, destacó el ministro Lemus durante el encuentro llevado a cabo en el salón San Martín de la cartera sanitaria nacional, y aseguró que “cada vez que un laboratorio público tenga la solución a nuestros problemas, lo vamos a elegir para trabajar en conjunto”.
En el caso particular de la rionegrina PROZOME, el funcionario nacional celebró la generación de empleo en su planta de Viedma y la posibilidad de que produzca otros medicamentos además de los que ya está fabricando. “Colaboramos así en el crecimiento del laboratorio público”, enfatizó.
Por su parte, Zgaib coincidió en la importancia de este convenio para PROZOME “porque pasamos de ser un laboratorio que sólo producía una cantidad limitada de medicamentos para nuestros hospitales a empezar a producir para el Ministerio de Salud de la Nación y para el tratamiento contra la tuberculosis en todo el país”.
Según detalló el ministro de Salud rionegrino, el laboratorio público PROZOME tiene 25 años y para cumplir con la producción para el Estado nacional invirtió en materias primas, maquinarias y recurso humano. “Tenemos todo la estructura armada para ser los productores de este tipo de medicamentos”, indicó Zgaib.
El acuerdo— firmado por un total de $ 79.576.676,50 para la adquisición de los medicamentos— establece que la Productora Zonal de Medicamentos abastecerá a la cartera sanitaria nacional con 11.802.480 unidades, que se corresponden con una canasta de 13 productos que serán distribuidos gratuitamente al subsector público de salud para el tratamiento de la tuberculosis en forma continua.
Según lo pactado en el encuentro, PROZOME deberá cumplir con tres fechas de entrega, fijadas en 65, 145 y 210 días hábiles a partir de la firma del presente acuerdo.
El nuevo convenio se suma a otro suscripto por el Ministerio de Salud de la Nación y la Productora Zonal de Medicamentos de Río Negro en diciembre del año pasado para la provisión de 4.229.200 unidades, cuya primera partida de 3.580.000 unidades fue entregada en junio de este año.
Ambos acuerdos están contemplados dentro de la estrategia de la Cobertura Universal de Salud (CUS), principal eje de gestión del ministro Lemus al frente de la cartera sanitaria nacional.
De la firma también participaron los secretarios de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos, Adolfo Rubinstein, y de Relaciones Nacionales e Internacionales, Rubén Nieto; el subsecretario de Programas de Promoción, Prevención y Atención Primaria, Mario Kaler; y las subsecretarias de Relaciones Institucionales, Miguela Pico, y de Coordinación Administrativa de la cartera sanitaria nacional, María Cecilia Loccisano.
La importancia de contar con una provisión continua de medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis como parte de los insumos provistos por el Ministerio de Salud de la Nación radica en el hecho de que esta enfermedad constituye un importante problema de salud pública en la Argentina por la morbi-mortalidad que genera.
La interrupción o demora en el tratamiento de dichos casos implicaría serios riesgos para la salud de las personas que padecen esta enfermedad e incrementaría el riesgo de aparición de resistencia a los medicamentos.