El secretario de Gobierno de Salud, Adolfo Rubinstein, participó hoy del encuentro Innovación y Sustentabilidad en Salud, organizado por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, en el que destacados oradores nacionales e internacionales disertaron sobre los últimos avances en estrategias para asegurar la sustentabilidad del acceso de los pacientes a la innovación tecnológica en salud.

“El desafío es cómo darle una solución sistémica a este tema que existe, está aquí y no podemos soslayar, y partiendo de esa base ver cómo podemos defender la innovación tecnológica sin amenazar la equidad y sin que esto también amenace la sustentabilidad de los sistemas de salud”, sostuvo Rubinstein luego del intercambio que se generó en el encuentro que contó con el auspicio de la organización MDS Inventing for life.

“En ese punto –continuó Rubinstein– es donde veo que no solamente ese esfuerzo lo debe hacer el Estado nacional, provincial o municipal, sino que tienen que hacerlo todos los actores del sistema de salud y todos los actores sociales, porque es un tema que compete a toda la sociedad porque ese marco de valor debemos abordarlo en conjunto: el Estado, los reguladores, los prestadores, los financiadores, la industria y también la población en general”, reflexionó el funcionario nacional acerca de los dilemas y desafíos que presenta el desarrollo veloz de las distintas innovaciones tecnológicas en el campo de la salud.

Al participar del panel “Reorganizando los cuidados de salud para mejorar los resultados de los pacientes” junto al especialista de la Universidad de Harvard, Rifat Atun, el secretario Rubinstein expuso sobre el Compromiso entre la Efectividad, la Equidad y Sustentabilidad en la adopción y difusión de las Tecnologías Innovadoras.

Luego de una descripción de las complejidades del sistema de salud argentino, caracterizado por la convivencia de tres subsistemas –público, privado y de la seguridad social– que generan fragmentación y segmentación, las cuales se evidencian en las brechas sanitarias existentes entre las provincias, tanto en lo que se refiere a acceso a estudios como a gasto público en salud per cápita, Rubinstein planteó que la irrupción de las nuevas tecnologías presenta un desafío no sólo en materia de gasto para los sistemas de salud, sino que también un dilema ético ya que los decisores deben enfrentarse a situaciones en las que la introducción de nuevas prestaciones de vanguardia deben debatirse entre la priorización y expansión de la cobertura de intervenciones más costo-efectivas y aquellas intervenciones muy costosas pero de beneficio sanitario pequeño que en general pueden ocasionar un gasto catastrófico para los pacientes y sus familias.

Ante esta disyuntiva, el funcionario bregó por la necesidad de que los sistemas de salud cuenten con información de calidad y la capacidad de evaluar las innovaciones en estos contextos complejos para poder garantizar una cobertura efectiva basada en el compromiso entre eficiencia y equidad en la innovación tecnológica, ya que “ningún país, por más rico que sea, es capaz de proveer a su población de todas las tecnologías e intervenciones que pueden mejorar la salud o prolongar la vida”, indicó Rubinstein porque “hay que tener en cuenta que cuando las necesidades superan los recursos disponibles –Argentina cuenta con un gasto en Salud que asciende al 10% de su PBI–, alguna forma de racionamiento se pone en juego” y explicitar este racionamiento debiera ser el producto de un proceso de priorización transparente y participativo que contribuya a hacer sustentable el financiamiento de los sistemas de salud.

En ese sentido, el secretario de Gobierno de Salud, reiteró la necesidad de avanzar en la creación de la Agencia de Evaluación de Tecnologías (AGNET) para que el país cuente con un marco normativo explícito, objetivo y transparente que refleje los criterios y valores del conjunto de la sociedad para la toma de decisiones sobre políticas de cobertura de salud y, de esta manera, se garantice la efectividad, equidad y calidad de las intervenciones a nivel poblacional con el fin de reducir las conductas discrecionales de los diferentes actores y asegurar así la sustentabilidad de los cuidados y las coberturas sanitarias.

En tanto, Rifat Atun coincidió en que estamos en un momento donde “debemos dar un paso para atrás para reevaluar los problemas que tenemos en términos de sustentabilidad” ya que la ineficiencia de los sistemas de salud es una constante que se repite en todo el mundo. Durante su exposición, mostró las ineficiencias que existen entre la detección, el diagnóstico y el tratamiento, por ejemplo, de la diabetes, la hipertensión y el cáncer, que generan desperdicios de recursos y presentan un gran desafío en términos de efectividad del gasto en salud.

Para Atun, existe una desalineación entre la innovación tecnológica y las prestaciones de los sistemas de salud debido a que tenemos un sistema de salud basado en el modelo siglo XVII y si no se modifica no se obtendrán mejores resultado. Para el experto “la oportunidad es enorme” y consiste en que los sistemas de salud hagan una transición hacia un modelo de atención basado en el valor que tenga como pilares la transparencia; la optimización de costos y resultados; así como compartir responsabilidades y riesgos.

De la jornada, que se llevó a cabo en el Centro Cultural de la Ciencia en Buenos Aires, participaron en distintos paneles el Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Jorge Aguado; Sebastián Neuspiller, Superintendente de Servicios de Salud de la Nación; Carlos Annes y Mattheu Curcio, de MSD; Marta Roig Izquierdo y Joaquim Duarte Delgadillo, del Servicio Catalán de Salud; el Diputado Nacional de la Comisión de Salud, Sergio Wisky; María Alejandra Iglesias, representante de los pacientes, Asociación SOSTÉN; Luis Balbiani, de FORUM; Ricardo Mastai, de PAMI; Gabriel Lebersztein de OSECAC; Gabriel Barbagallo, de OSDE y Rubén Torres, de ISALUD; entre otros.