El procedimiento fue consecuencia de una exhaustiva investigación dispuesta por la Procuraduría de Trata de Personas y Secuestros Extorsivos y llevada a cabo por la división Trata de Personas de la Policía Federal.

A partir de los datos recolectados durante la pesquisa, que incluyó registros fotográficos y entrecruzamiento de datos, los uniformados realizaron el allanamiento de cuatro bares y arrestaron a nueve personas por el delito de trata con fines de explotación sexual.

Junto a personal de la Oficina de Tráfico y Trata de Personas de la Subsecretaría de Desarrollo Humano y Familia de la Provincia de Chubut, se rescató a 40 víctimas. Asimismo, funcionarios ordenaron la inmediata clausura de los locales que funcionaban como “prostíbulos”.