Reconocimiento internacional a la tomografía industrial argentina
Especialistas del INTI están utilizando esta tecnología para el diagnóstico (no destructivo) de materiales de fundición. Los novedosos resultados se publicaron recientemente en la editorial internacional Springer, con más de 170 años de trayectoria en la comunicación científica.
La tomografía computarizada es una tecnología que tiene cinco décadas de implementación en el ámbito médico, pero en los últimos años también se ha incorporado de forma creciente en la industria para observar el interior de objetos o materiales, sin necesidad de destruirlos. En Argentina existen sólo dos tomógrafos industriales y uno de ellos se encuentra en la sede de INTI en Rafaela, desde donde se analizan piezas tan variadas como semillas de soja, un corazón vacuno, cerámicos, plásticos y metales.
“Además de ofrecer servicios, con el tomógrafo estamos realizando investigaciones. Una de las líneas de trabajo tiene que ver con el análisis de hierro fundido de grafito esferoidal, material valorado en la industria tanto por su alta ductilidad, capacidad de moldeo y maquinabilidad, como resistencia al desgaste —lo que permiten su utilización en tubos de suministro de agua, motores, para el apoyo del eje de aerogeneradores, entre otros—”, detalla Matías Peralta, especialista del Laboratorio de Tomografía de INTI en Litoral.
La investigación está centrada en analizar la caracterización geométrica de los nódulos de grafito y su distribución en el hierro a través de la tomografía microcomputada de rayos X y procesamiento de imágenes. Ambos parámetros (esfericidad y compacidad) resultan clave para determinar la calidad de las piezas de fundición y prevenir el comportamiento del material.
Los resultados alcanzados hasta el momento fueron publicados recientemente en Journal of Nondestructive Evaluation (revista de evaluación no destructiva), de la editorial internacional Springer. Lo novedoso del estudio es que la caracterización de nódulos generalmente se realiza por inspecciones visuales o comparaciones por norma, que sólo permiten ver la forma en un plano. “Gracias a la tomografía podemos obtener la forma completa (en 3D) del nódulo y esto implica que lo que suponíamos que antes era un nódulo esférico ahora podemos saber si es más como un cilindro o una lenteja, es decir tenemos más información”, agrega Peralta.
“Esta metodología es una poderosa herramienta para analizar no solo la calidad de piezas de fundición de grafito esferoidal, sino también otros materiales. Además, contar con la tomografía como técnica de control, nos puede permitir diseñar procesos en la fabricación del material, como la inoculación o liga”, concluye Peralta.