Presidencia de la Nación

Quaini, la herencia de un apellido del vóleibol

Renata Quaini, hija del olímpico en Atlanta 96, empieza a dar sus primeros pasos fuertes en el indoor y el beach, mientras su papá la acompaña con aquella misma pasión con la que jugaba. “Esto representa todo en mi vida”, le dice Guille a la web de Deportes.


Aquella imagen de Guillermo Quaini, jovencito, con la medalla de oro de los Juegos Panamericanos del ’95 en Mar del Plata colgada en el cuello todavía está en la memoria colectiva de muchos amantes del vóleibol. Hoy aquel pibe que también jugara con la camiseta argentina en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 ya es un hombre de 51 años, padre de dos voleibolistas, Renata (14) y Santiago (12), a quienes acompaña en cada partido. Y mantiene intacta su pasión por este deporte.

“Ando feliz por el presente de nuestro querido voley. El logro de la segunda medalla olímpica es el premio a un trabajo de años que nace en la Liga Nacional. Sigo vibrando con cada punto de la Selección como cuando jugaba, me emociona ver el CeNARD tan bien cuidado, con sus instalaciones bellísimas; yo entrenaba acá en los ‘80 cuando ni siquiera se llamaba así. Y me encanta acompañar a mis hijos. A Renata también le gusta el beach y juega bastante bien; disfrutamos mucho de este circuito nacional de beach volley en estas canchas del CeNARD”, sintetiza Quaini padre en diálogo con la web de la Secretaría de Deportes de la Nación.

A su lado sonríe Renata, quien mira de reojo a su mamá mientras escucha a su padre y se prepara para intervenir en la charla. "La verdad que me encanta que papá haya sido el jugador que fue y que lo sigan reconociendo. Su palabra es muy importante para nosotros, tiene mucha experiencia y ayuda; aunque a veces se pasa un poco, sobre todo cuando habla durante los partidos", comenta -entre risas- Renata, representante del Club Ciudad de Buenos Aires en Indoor y en beach, donde juega en pareja con Sofía Delfina Ruiz.

Es imposible hablar con los Quaini sin hablar de sueños. “Me muero por jugar con la camiseta argentina”, repite Renata. Y su padre, que también se ilusiona con ese momento, intenta no meterle presión: “Lo más importante es que disfrute de todo lo que hace, al igual que Santi. Yo siempre les digo que hay que dejar todo en cada cosa que intentan. Por suerte tenemos mucho diálogo y me escuchan. Acompañarlos a los partidos y salir a cenar en familia, o a solas con mi mujer, es de mis mejores programas. Esto representa todo en mi vida”.

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