Presidencia de la Nación

Programa de Voluntariado en Arqueología aplicada al patrimonio

A través de esta propuesta la Secretaría de Cultura de la Nación brinda la oportunidad de desarrollar prácticas en territorio, como museos y sitios culturales.

Finalizó la primera edición del Programa de Voluntariado en Arqueología, organizado por la Dirección Nacional de Museos y Gestión Patrimonial con la finalidad de brindar formación teórico-metodológica y experiencia práctica a estudiantes de la carrera de Arqueología en el ámbito de la arqueología histórica.

Diseñado por la arqueóloga Sandra Guillermo, la iniciativa se estructuró en torno a cuatro pilares: el trabajo de laboratorio, la práctica en acondicionamiento de sitios arqueológicos, los workshops y las visitas guiadas a sitios pertinentes.

Durante la ceremonia de cierre, la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Liliana Barela, se dirigió a los participantes del Voluntariado: “Esta capacitación trae lo mejor: la práctica, porque cada vez que iniciamos una carrera nos encontramos con la teoría, pero es muy difícil que, como estudiantes, tengamos la oportunidad de la práctica. Aquí la oportunidad estuvo, la dedicación de ustedes estuvo, y el Programa ha aportado una mirada no solo arqueológica, sino también social”, dijo.

Los estudiantes de los primeros años de la carrera de Arqueología de la UBA que participaron del Voluntariado
Los estudiantes de los primeros años de la carrera de Arqueología de la UBA que participaron del Voluntariado

“Durante tres meses los voluntarios hicieron tareas de laboratorio con fragmentos de objetos arqueológicos: limpieza, rotulado, registro e incluso remontaje de piezas para que alcanzaran las formas originales. En segundo lugar, han trabajado en el acondicionamiento de las estructuras del Patio Arqueológico de la Manzana de las Luces. También han participado de workshops con profesionales nacionales e internacionales que han venido a contar su experiencia. Por último, han integrado visitas guiadas a espacios arqueológicos (la antigua Confitería del Molino y La Cisterna)”, enumeró Guillermo.

Para los participantes fue una gran experiencia. Así lo sienten Ana Paula Tueso y Francisco Fernández, dos de los estudiantes.

Tueso destacó la importancia del trabajo con otros, de la construcción en equipo: “A nivel humano estuvo muy bueno por el contacto con compañeros, que van a ser colegas”. Y Fernández agregó: “Nadie excava solo; nadie hace tareas de laboratorio solo. Los sitios son muy grandes para que una sola persona pueda abarcarlos. Y, además, creo que la perspectiva de una sola persona no es tan enriquecedora como la de un grupo diverso en formaciones, en edades, que pueda aportar distintas miradas”.

Cada voluntario recibió diversas publicaciones de recuerdo, vinculadas con los temas del Programa y del sitio arqueológico que ayudaron a acondicionar. Y un diploma que certifica su participación, firmado por la subsecretaria de Patrimonio Cultural, Liliana Barela; la directora nacional de Museos y Gestión Patrimonial, María Inés Rodríguez Aguilar; y el director del Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces, José Sellés Martínez.

El Programa de Voluntariado en Arqueología es una iniciativa de la Dirección Nacional de Museos y Gestión Patrimonial de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural.

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