Primer Fideicomiso Financiero en el marco del Régimen de Oferta Pública Automática de Mediano Impacto (RG CNV N° 1051)
El martes 22 de julio, conforme ha notificado el fiduciario financiero (por medio de la plataforma AIF), se concretó con éxito la primera colocación de un Fideicomiso Financiero bajo el innovador Régimen de Fideicomisos Financieros con Autorización Automática de Mediano Impacto en los términos de la RG N°1051.
El presidente de la CNV, Roberto E. Silva, destacó que “nos complace anunciar la colocación del primer fideicomiso financiero con autorización automática de mediano impacto. Esta normativa innovadora que impulsamos dentro de los regímenes especiales de oferta pública automática es, sin dudas, uno de los grandes hitos de nuestra gestión”.
El Dr. Silva agregó que “nos enorgullece que ya esté funcionando y aportando resultados concretos y útiles al mercado”. Por último, destacó que “estos regímenes simplifican los trámites de emisión, abrevian procesos, desregulan la operatoria en el mercado de capitales y otorgan mayor libertad a quienes emiten permitiéndoles elegir el momento para salir al mercado”.
La RG N° 1051 incorpora dos nuevos regímenes de oferta pública automática para fideicomisos financieros: los de Bajo y Mediano Impacto. Ambos regímenes, dependiendo del monto de emisión (hasta UVAs 1.000.000 para el de Bajo Impacto y hasta UVAs 7.000.000 para el de Mediano Impacto), permiten la eximición de ciertos requisitos del régimen general, facilitando una tramitación más ágil y eficiente.
En virtud de ello, la oferta pública automática es un proceso mediante el cual un emisor de valores negociables puede ofrecer públicamente títulos sin necesidad de someterse al proceso de revisión de la documentación, previo o posterior, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos por la normativa, sin perjuicio de las facultades de fiscalización de la CNV.
Con esta medida, al reducir las barreras de entrada al mercado de capitales, la CNV busca dinamizar el acceso al financiamiento y fomentar la competitividad de los emisores, de modo tal que los fiduciantes pueden acceder -a través de la constitución de fideicomisos financieros- a financiamiento en menor tiempo y potenciar el desarrollo económico, la innovación y la creación de empleo.