Presidencia de la Nación

Por el derecho a la lactancia sin discriminación

La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), organizaciones no gubernamentales y sociales del mundo, celebran del 1 al 7 de agosto, en más de 170 países incluyendo nuestro país, la Semana Mundial de la Lactancia destinada a fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de las niñas, les niñes y los niños de todo el mundo.


Este año, el lema de la Semana Mundial de la Lactancia es “Impulsemos la Lactancia: Apoyando y Educando”, particularmente, convocando a los gobiernos a impulsar, proteger y apoyar las políticas para la promoción de la lactancia. Desde 2016, la Semana Mundial de la Lactancia se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En 2018, una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud la respaldó como una importante estrategia de promoción de la lactancia materna.

Desde el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, continuamos visibilizando la importancia de la lactancia humana para el sano desarrollo de las infancias sumándonos a la iniciativa de la Liga de la Leche Internacional, que apoya y brinda asesoramiento a todas las personas que deciden lactar, sin discriminación.

La lactancia se considera un alimento ideal para el crecimiento y desarrollo de las niñas, niños y niñes, dado que está perfectamente diseñada para las necesidades nutricionales e inmunológicas. La lactancia promueve el vínculo entre la madre o persona que amamanta y su bebé, y proporciona seguridad alimentaria al/la/le infante, desde el principio de su vida, contribuyendo a la seguridad alimentaria de toda la familia. Este alimento mejora la calidad de vida presente y futura, así como favorece la salud de la persona que amamanta, la economía familiar, comunitaria y el cuidado del medioambiente.

Se recomienda la práctica de la lactancia exclusiva (LME) durante los 6 primeros meses de vida y luego, la lactancia continuada hasta por lo menos 2 años de vida de la persona lactante complementada con alimentos apropiados para la edad.

En nuestro país, en base al informe 2018 sobre la situación de la lactancia materna en la Argentina, elaborado la Dirección Nacional de Maternidad, Infancia y Adolescencia del Ministerio de Salud de la Nación, se observa que una proporción importante de niñas, niños, y niñes es destetada/o/e tempranamente y sólo en una pequeña proporción se practica la lactancia exclusiva hasta el sexto mes. Además es significativa la caída de la proporción de lactancia humana a medida que las niñas, los niños y les niñes crecen.

La práctica de la lactancia no depende exclusivamente de la persona que amamanta. Para que pueda ser sostenida en el tiempo requiere de la participación de la familia, así como también de otros actores sociales como equipos de salud, instituciones educativas, comunidad, y especialmente el lugar de trabajo. Todos los espacios y actores involucrados deben capacitarse en relación a los beneficios de la lactancia y garantizar el acceso a este derecho.

Los lugares de trabajo no solo discriminan a las mujeres y otras personas gestantes por motivo de su embarazo, del nacimiento de sus hijas/os/es o de un problema de salud relacionado con el embarazo o el parto, sino también a todo/a/e trabajador/a que ejerza sus responsabilidades familiares, así como desconocen las diversas conformaciones familiares, especialmente las familias LGBTIQ. Pese a los avances en reconocimiento en derechos humanos de la diversidad sexual y las identidades de género, la heteronormatividad es el paradigma que predomina e impide que se garanticen plenamente los derechos en el ámbito laboral, y las licencias por maternidad o paternidad no son la excepción.

Los espacios de trabajo deben generar las condiciones necesarias para que las personas trabajadoras puedan garantizar el derecho a la alimentación, cuidado, crianza y desarrollo a sus hijos/as/es. Las campañas de promoción de la lactancia ponen mucho énfasis en la importancia y beneficios que ello conlleva para la salud del bebé y la persona que amamanta, sin embargo, las condiciones sociales y sobre todo las laborales son muy adversas en este sentido quedando bajo la responsabilidad individual resolver esta situación.

La creciente feminización de los mercados laborales, las diversas conformaciones familiares, las transformaciones en la organización del trabajo y la producción han incrementado las tensiones, es por ello, que el mayor desafío es la conciliación de la vida familiar-personal y la vida laboral con la corresponsabilidad necesaria entre las familias, Estado, mercado y sociedad en general con el fin de avanzar hacia la equidad de género.

Esta falta de conciliación entre los dos ámbitos provoca altos costos para las mujeres, otras personas lactantes y aquellas trabajadoras/es que tienen a cargo a niños, niñas, niñes, personas adultas mayores, personas con discapacidad, a su vez incide en el crecimiento económico, el buen funcionamiento del mercado de trabajo, la productividad, reforzando de esa forma las desigualdades socioeconómicas y de género.

Teniendo en cuenta que la práctica de la lactancia no depende exclusivamente del deseo de el/la/le progenitor/a/e y/o de la familia, el INADI plantea que es necesario que el Estado, los servicios de salud, las instituciones educativas, las empresas y los empleadores en general, promuevan medidas que garanticen mejores prácticas de alimentación y cuidado de las niñas, les niñes y los niños lactantes tales como:
- La implementación de la Ley Nacional de Lactancia Materna Nº 26.873
- Capacitación de todo el equipo de salud para atención de lactancia
- Promoción de espacios adecuados para la lactancia y/o salas de alimentación y cuidado de niñas, niñes y niños para la primera infancia en los lugares de trabajo
- Licencias para las/los/es trabajadoras/es progenitores o adoptantes de niñas/niños/es lactantes.
- Favorecer marcos jurídicos que impidan la discriminación de las, les y los trabajadores por motivos de género, maternidad, paternidad y las responsabilidades familiares, entre otras.

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