Presidencia de la Nación

Mercedes Paiva: “Trabajamos en la educación de la población para mejorar el acceso, elección y consumo de alimentos”

La directora de Políticas de Seguridad Alimentaria explicó cómo son las capacitaciones en el marco de la educación alimentaria, remarcó la importancia del Plan Argentina contra el Hambre y cómo se realiza el seguimiento del consumo de las familias que reciben la Tarjeta Alimentar.


1- ¿Cuáles son los ejes y las acciones del Plan Argentina contra el Hambre?

En la implementación del Plan “Argentina Contra el Hambre”, a partir de diciembre de 2019, la Dirección Nacional de Seguridad Alimentaria, dependiente de la Secretaría de Inclusión Social, desarrolló una serie de líneas y acciones como la Tarjeta Alimentar, que alcanzó a dar cobertura en pocos meses a la totalidad de los hogares previstos (1.5 millones de personas), donde los fondos acreditados a los titulares, a junio de 2020, son 8 veces superiores a los destinados en todo 2019 a la totalidad de las tarjetas y módulos financiados desde la Nación. Hemos acompañando los operativos de entrega de tarjetas realizados en el primer trimestre del año, también se realizaron más de 11.000 talleres de Educación Alimentaria a los que asistieron 656.000 personas y en los que se distribuyeron 2.365.000 folletos con información alimentaria-nutricional. En referencia a los Módulos de Asistencia alimentaria directa, durante el semestre se continuó realizando la entrega de alimentos a organizaciones sociales para la población en situación de vulnerabilidad social, alcanzándose a cubrir las cantidades fijadas como meta para el período.

Por otra parte, financiamos la adquisición de alimentos secos y frescos para cubrir las prestaciones alimentarias de familias en situación de vulnerabilidad social, mediante la entrega de módulos alimentarios para atender situaciones críticas como la emergencia alimentaria y sanitaria generada por la pandemia del COVID-19.

En relación a los Comedores Comunitarios y Merenderos, hasta junio de este año las transferencias para el funcionamiento del programa resultan superiores en un 20% a las realizadas durante todo el ejercicio 2019. Además, los merenderos se renovaron, ampliaron y se firmaron nuevos convenios para el funcionamiento de aquellas iniciativas sociales y comunitarias que brindan servicios gratuitos de asistencia alimentaria a personas en situación de vulnerabilidad social. En el marco de la pandemia, se financia también la compra de elementos de higiene como lavandina y detergente.
Asimismo, se creó el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios de Organizaciones de la Sociedad Civil (RENACOM), con el objeto de garantizar la elegibilidad de las organizaciones sociales y comunitarias, y dotar de máxima transparencia la asignación de recursos públicos, así como también tener una visión objetiva y estadística de la cantidad de espacios físicos destinados a la asistencia alimentaria comunitaria.

Otra de las acciones está vinculada al Pro-Huerta, dando continuidad al financiamiento otorgado para el funcionamiento del Programa. También, desde SEMBRAR” Soberanía Alimentaria, nos proponemos fortalecer el trabajo asociativo de los productores y comercializadores de la Agricultura Familiar y la Economía Social, Solidaria y Popular, para potenciar la conformación de redes territoriales de abastecimiento local de alimentos, en articulación con las provincias, municipios, las organizaciones sociales y populares para el fortalecimiento de los procesos organizacionales y de gestión de las Unidades Productivas, mejoramiento de los procesos de producción (acceso al agua, Producción frutícola y hortícola, granja, etc.) y fortalecimiento de redes y entramados productivos para la comercialización, espacios de intercambio a través de circuitos cortos o de proximidad, entre otros.

En la órbita de la Dirección de Políticas de Seguridad Alimentaria, están los Comedores Escolares donde se logró celebrar nuevos convenios y trabajar en proyectos con todas las jurisdicciones, incorporando también provincias que no habían contado con financiamiento nacional durante 2019 para el funcionamiento de sus servicios alimentarios escolares. Se ha logrado mejorar la calidad nutricional de las prestaciones alimentarias financiadas. En agosto de este año se realizaron encuentros virtuales para intercambiar experiencias de “Comedores escolares y Educación Alimentaria en pandemia”, con funcionarios, profesionales y técnicos provinciales y nacionales donde se compartieron estrategias, y adaptaciones realizadas para continuar con la provisión del servicio alimentario.

A su vez, trabajamos en los Proyectos Focalizados con municipios, provincias e instituciones donde se renovaron convenios para la entrega de prestaciones alimentarias (principalmente raciones alimentarias), a través de organizaciones de la comunidad e incorporando nuevas organizaciones. Los Módulos Focalizados buscan brindar cobertura alimentaria a personas y hogares en situación de vulnerabilidad social, geográfica o de otra índole, para dar cobertura a la población que no se encuentra alcanzada por la Tarjeta Alimentar, en situación de emergencia y/o población aborigen, entre otros.

Otra de nuestras acciones, está destinada a trabajar con las provincias con el objeto de transferir fondos para financiar proyectos que mejoren el acceso a los alimentos a titulares de derecho con diagnóstico de enfermedad celíaca en situación de vulnerabilidad social. La ejecución de esta actividad supone en todos los casos complementariedad con las acciones realizadas desde los gobiernos provinciales dado que la finalidad de la transferencia de fondos es reforzar la ejecución de los programas provinciales.

Por último y como parte de la implementación del Plan Nacional Argentina Contra el Hambre, contemplamos la planificación de acciones vinculadas a la Educación Alimentaria Nutricional, de forma transversal a todas las líneas de financiamiento y dirigidas a la población en general.

2- ¿Cómo articulan el trabajo con las provincias, los municipios y las organizaciones sociales?

La forma de financiamiento es por proyecto que haya presentado la provincia, municipio u organización, y se acompaña el diseño, formulación, ejecución y evaluación. Para eso contamos con los equipos técnico-profesionales del programa que está compuesto por licenciados en nutrición, Ingenieros en alimentos, comunicadores, sociólogas, psicólogas, arquitectos, contadores y abogados entre otros, que ponen todos sus saberes y experiencia en el acompañamiento del desarrollo de los proyectos. En el marco del ASPO, todas las actividades que pudieron ser realizadas de forma virtual se mantuvieron y otras fueron desarrolladas y articuladas a través de los técnicos territoriales y de los Centros de Referencia.

3- En el marco de la Educación Alimentaria, ¿En qué consisten las capacitaciones?

Diseñamos estrategias para acercar a las personas información confiable y garantizar su derecho a elegir alimentos sanos, inocuos, nutritivos, variados, diversos, culturalmente aceptados y mínimamente procesados; mejorando el aprovechamiento de los recursos destinados a la alimentación familiar y/o comunitaria. Es decir, trabajamos en la educación de la población para mejorar el acceso, elección y consumo de alimentos.

Esta nueva línea programática está destinada a mejorar y preservar la situación alimentaria y nutricional de la población argentina, prevenir el deterioro del estado de salud y garantizar el acceso a información actualizada y científica sobre alimentación saludable, con enfoque de derechos y perspectiva de género, a través de un abordaje intersectorial e integrado.
Nuestros objetivos son mejorar el aprovechamiento de los recursos destinados a la alimentación en los ámbitos familiares, comunitarios y escolares y favorecer la articulación y el vínculo entre las distintas organizaciones de la sociedad civil y organismos gubernamentales cuyos objetivos de acción se vinculen a la temática alimentaria y nutricional (en todas sus etapas). Buscamos revalorizar la cultura alimentaria de las comunidades, a través del intercambio de saberes, la socialización del conocimiento y respeto de la diversidad cultural y de los pueblos indígenas. Además promovemos la autoproducción de alimentos, a través de sistemas alimentarios sostenibles y diseñamos dispositivos de Educación Alimentaria y Nutricional en espacios comunitarios y sociales como ferias, mercados, exposiciones, festividades, entre otros.
También estimulamos acciones de sensibilización en fechas conmemorativas, tales como: “Día Mundial de la Alimentación”, “Semana Mundial de la Lactancia Materna”, “Día Mundial de la Salud”, “Día Nacional del Agua”, “Día Internacional del Celíaco”, “Día de las enfermedades crónicas no transmisibles”, etc.

4- ¿Cómo se realiza el seguimiento del consumo de las familias que reciben la Tarjeta Alimentar?

Hay varias líneas de seguimiento de la Tarjeta Alimentar, tanto de la ejecución presupuestaria, como de los comercios en donde se utilizan, o los consumos. Las entregas de tarjetas a las familias antes del ASPO se acompañaron de líneas de EAN, como orientación del consumo a alimentos frescos como frutas, verduras, leche, carnes y huevos y luego de folletos y otras actividades.
En ese sentido, las capacitaciones están vinculadas a las buenas prácticas de higiene, manipulación y conservación de alimentos, incluidos los peligros de la contaminación cruzada. Se hace hincapié en las técnicas de lavado de frutas y verduras y se suministran recetas variadas con técnicas de cocción saludable, que incluyan verduras y frutas, de acuerdo a la estación del año. Además, advertimos sobre la importancia de la reducción de la ingesta de sal y azúcar en los comensales.
En caso de enfermedad celíaca, se capacita en la manipulación de alimentos libres de gluten y el contacto cruzado.

5- ¿Cómo imagina el futuro y qué prioridades deberán atenderse, después de la pandemia?

En el marco de la triple emergencia social, sanitaria y alimentaria la prioridad ha sido mejorar el acceso a los alimentos. Esperamos volver al trabajo territorial extensivo que realiza nuestro ministerio en la prevención de todas las formas de malnutrición (desnutrición aguda, crónica, sobrepeso, obesidad, anemia entre otras), y tender a mejorar el acceso, distribución, selección y consumo de alimentos, además de mejorar las formas de producción (locales, de cercanía, agroecológicas, cooperativas, campesinas e indígena) a través de diferentes iniciativas de producción y distribución incluyendo las ferias de cercanía, ferias francas, los mercados de cercanía, los mercados distribuidores manejados con una perspectiva de seguridad y soberanía alimentaria para proteger el agua, favorecer al ambiente, a las personas que producen, a las que comen en un sistema alimentario más virtuoso y poniendo la educación alimentaria como eje fundamental en cada una de las líneas programáticas.

6- De acuerdo al panorama complicado con el que se encontraron en estos meses de gestión, ¿Hay lugar para la esperanza? ¿Desde qué lugar podría fundamentarlo?

Claro que hay lugar para esperanza porque este ministerio ha seguido ejecutando todas líneas programáticas, sosteniendo a quienes sostienen, en el trabajo presencial y remoto de sus agentes, con el desafío de adaptarse a las dificultades, en constante diálogo con los equipos provinciales, con lo municipios, las organizaciones de la sociedad civil y articulando con otros organismos nacionales e internacionales. Muchos de nosotros y nosotras hemos acompañado la recuperación de la crisis de 2001, tenemos experiencia y energía para hacerlo nuevamente. Creemos en el potencial de las personas y en su participación, porque la construcción es colectiva.

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