La Directora de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro, expuso este miércoles en el conversatorio “¿Amplificando las brechas?: Los efectos de la pandemia y las perspectivas del empleo para las mujeres en América Latina”, organizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Durante el evento, se discutió sobre los efectos laborales del COVID-19 y las perspectivas de empleo e ingresos de las mujeres en América Latina. En este sentido, la Directora analizó los impactos de la pandemia en los mercados de trabajo, las medidas adoptadas y los nuevos desafíos que se suman a los estructurales en materia de género en la región.

“La pandemia generó una caída en la actividad económica de 10 puntos y quienes se vieron más afectados fueron los trabajadores informales que no pudieron salir de sus casas”, explicó D’ Alessandro y detalló que cuando se flexibilizaron las medidas de aislamiento “hubo una clara recuperación asimétrica entre los varones que salieron nuevamente a buscar trabajo y las mujeres sobre las que recayeron las tareas de cuidado”.

“El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) fue una respuesta del Estado a las necesidades del sector informal. Contuvo la pobreza cuando la economía se cerró y llegó a hogares y personas que no habían sido alcanzadas previamente por el Estado”, afirmó, al tiempo que resaltó que, además, el IFE “dejó un mapeo concreto de cómo están distribuidas las necesidades de la población en todo el país”.

En este sentido, D’Alessandro sostuvo que esta información “es vital para el Estado porque le permite asignar sus recursos limitados y solucionar los problemas de manera efectiva”.
“El mapeo nos permite mirar dónde hay que profundizar las políticas públicas, como por ejemplo, en reducir las brechas digitales y promover la educación financiera, temas sobre los que ya estamos trabajando”, agregó.

Asimismo, se refirió a que el gran desafío es cómo promover el ingreso de las mujeres en el trabajo formal en un contexto en el que el COVID-19 contribuyó a su precarización. “Hoy las rutinas están atravesadas por la crisis de los cuidados que la pandemia agravó. Las tareas de cuidado recaen en las mujeres y eso es un factor de precarización”, señaló. En este punto, agregó que “varones y mujeres deben poder compatibilizar las tareas de trabajo pago y no pago". "Si no podemos resolver esta crisis tenemos un problema porque es una dimensión que atraviesa a todo el sector económico”, advirtió.

Al finalizar, hizo hincapié en la necesidad de que las mujeres puedan acceder a los espacios laborales que hoy son considerados claves en la recuperación económica y que están fuertemente masculinizados. “Nuestro desafío también es cerrar la brecha de género en la obra pública, la construcción, la energía y el transporte. Necesitamos que las mujeres accedan a esos empleos y puedan sostenerlos para romper el techo de cristal”, sostuvo y afirmó que “desde el Estado trabajamos para que las políticas públicas empujen y apuntalen ese camino”.

El evento estuvo moderado por Fabio Bertranou, Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, y contó con la participación de Andrés López, Director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP); Marcela Meléndez, Economista jefe para América Latina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y Roxana Maurizio, Especialista regional en economía laboral para América Latina y el Caribe de la OIT.