La referente de la cooperativa Melibea de Guleguaychú, Entre Ríos, contó la experiencia del trabajo por medio del Programa Sembrar Soberanía para producir alimentos agroecológicos.

La cooperativa Malibea surge a fines del 2019, a partir de la posibilidad de alquilar una chacra y de la necesidad laboral de ochos familias que se unieron con el objetivo de producir hortalizas libres de agrotóxicos. Más tarde, sumaron la producción de huevos de gallina y la cría de chanchos.

El programa Sembrar Soberanía financió la compra de varias máquinas que les posibilitó cambiar la manera de trabajar y crecer como empresa: “Las máquinas nos permitieron alivianar el esfuerzo físico que supone el trabajo manual de la tierra y aumentar la producción para llegar a más destinatarios”, explica Marina, quien además cuenta como se organizan comunitariamente los productores locales: “Las máquinas que nos dio el Ministerio están a disposición de otros huerteros de la zona, logrando así fortalecer redes de trabajo”.

Marina subraya que no sólo les interesa la obtención de alimentos sino el cuidado del medio ambiente: “Nuestra idea es producir en armonía con los ciclos de la naturaleza, es por eso que los residuos de la huerta nos sirven para alimentar a los chanchos y a las gallinas y, a la vez, los excrementos de estos animales los procesamos y lo usamos como abono y fertilizante en l a huerta”.

Marina y la cooperativa Malibea tienen un sueño que trasciende a su empresa: “Nuestra meta es alcanzar una granja integral que aporte a la soberanía alimentaria no solo de nuestras familias sino que acerque a nuestros vecinos de Gualeguaychú y de la región alimentos frescos, sanos y soberanos, es por ahí nuestro deseo a futuro”.