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María Fux y la danza como método de integración e inclusión

Margarita Fernández, directora de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea (CNDC), habla del legado de María Fux para la danza internacional.


La bailarina, coreógrafa y danzaterapeuta argentina María Fux nació el 2 de enero de 1922. Desde hace cuarenta años realiza su trabajo de formación en Danzaterapia en países de América y Europa, donde se aplica su método para la recuperación psicofísica a través del movimiento creativo.

Margarita Fernández es la directora de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea. Maestra y coreógrafa, se especializa en la formación de bailarines y en la temática La danza y el Niño. Es docente del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, autora del libro Introducción a la Danza Modern Jazz para Niños y encargada de la puesta en escena de grandes clásicos de las artes escénicas, en versión infantil.

Margarita Fernández

Margarita Fernández- Foto gentileza Margarita Fernández

-¿Qué sentimientos le genera la celebración de los 100 años de María Fux, una figura tan importante para la danza?
-Es sumamente importante, para nuestro país, contar con la valiosa figura de María Fux como mujer, como persona, como danzaterapeuta, como maestra formadora de maestros, como persona integradora, como mujer activa, fuente de luz para seguir brindando, cada día, su sapiencia y todo el valor que tiene su método, su forma de trabajo, en esta creación maravillosa que se llama danzaterapia.
Es maravilloso tener la dicha de llegar, con su lucidez, a estos 100 años, ininterrumpidos de labor magnífica. En mi genera una gran alegría, un sentimiento de respeto increíble y una gran responsabilidad porque, como en mi caso, también formo, dicto clases y estoy adelante de un aula. Como María, usamos el mismo elemento de formación, de expresión, de vehículo que es la danza. El poder transmitir, a través del movimiento, un lenguaje, dejar un legado, generar un compromiso, hacer que otros se puedan manifestar de esa forma, decir lo que dicen sus sentimientos, lo que dice su alma, es maravilloso. Me siento muy feliz de poder contar, como argentina, con una persona y una personalidad tan grande y tan contundente como es María Fux.

-¿Qué tiene en particular la danzaterapia, el método impulsado por ella?
-La danzaterapia fue un hallazgo, un antes y un después, en esta generación de un método inclusivo, en el que no solamente participa la persona que tiene toda la posibilidad corporal como para poder bailar, sanar y descubrir, sino también aquellas personas que, por distintas limitaciones corporales, como falta de audición, falta de visión, igualmente, pudieron sumarse a este propósito. Del mismo modo poder manifestarse y formarse dentro de esta metodología, que hizo que puedan dejar el legado a través de algo que aprendieron y que puedan ser artífices, a pesar de sus limitaciones “corporales”. María Fux es una pionera en brindarnos esta posibilidad y en dejar este legado para los que vienen.

-¿Puede considerarse a María Fux una pionera en el tema de la inclusión?
-Sin lugar a dudas María es una pionera en el tema de la inclusión, no sólo a nivel nacional sino internacional. Hoy hablar de inclusión es algo, hasta diría, cotidiano, lo entendemos. En el momento en el que María planteó estos grandes desafíos, era como un lobo clamando en el desierto. Sin embargo fue oída y, ante los hechos contundentes de sus clases, de su labor, de su infinito amor en dar, integró y lo hizo de una forma maravillosa. Aún hoy lo sigue haciendo, a través de las maestras y maestros que formó con su metodología. Sin lugar a dudas se merece, también, un pedestal en cuanto al tema de la inclusión.

-¿La danzaterapia es el aporte fundamental de María Fux a la disciplina?
-El aporte fundamental es el legado de este método de enseñanza, a través de la danza terapia. Lo más importante y particular es que María, como Martha Graham, como estas grandes mujeres que estuvieron en el gran movimiento de la danza moderna y contemporánea del siglo XX, nos deja un camino abierto para seguir construyendo. Fueron grandes iluminadas que dejaron legado y que, como otras mujeres, cómo lo fue Isadora Duncan, también se vieron bendecidas, por esta posibilidad de empezar de cero, de leer alrededor y construir.
María fue al hueso de la cosa y pudo dejar este legado que pasó al movimiento, a la pluma y a sus escritos. María también deja en sus escritos, plasmado en palabras, todo lo que hizo y hace con el movimiento. Hay que valorar, como argentinos, que tenemos una persona genial que supo hacer y hace tanto, con su labor, a través de la danzaterapia.

-¿Qué situación atraviesa la danza, en estos momentos, a nivel nacional e internacional?
-Estamos viviendo a nivel nacional e internacional un momento bisagra en la danza. La situación pandémica hizo que entrara en juego una herramienta, que se tenía, pero que no se consideraba o se utilizaba como se está utilizando ahora, en estos tiempos. Se cerraron muchas puertas y se abrieron muchas ventanitas y la virtualidad llegó para quedarse. Lo que ya veníamos viviendo de globalización caló más profundo y hoy es una herramienta más que el mundo de la danza tiene para visibilizarnos y saber que está pasando en cada rincón del mundo, en cada Compañía, en cada estudio, en cada casa con sus intérpretes.
La danza es un idioma que se manifiesta sin hablar, con la corporalidad. El trabajo se puede llevar a cabo muy bien, atractivamente y profundamente. Esta nueva forma de conocernos agudizó el ingenio, nos puso en jaque, nos enfrentó a límites, vulneró la privacidad, y nos encontró con un montón de elementos nuevos donde coreógrafos/as, bailarines/as, maestros/as, alumnos/as, profesionales de la danza empezamos a encarar una nueva forma de visibilizarnos, entendernos y comunicarnos.
La danza, en lugar de sentirse atrapada tomó fuerza y salió a enfrentar todas estas nuevas modalidades desde lugares sumamente atractivos. Se han hecho festivales maravillosos por Zoom, se han hecho filmaciones de danzas increíbles, se han manejado clases, ensayos. Es un cambio de paradigma. La danza sigue siendo una fuente que brota como un manantial, nos sorprende día a día. Se siguen formando artistas maravillosos, hay gente nobel con una inteligencia y unas propuestas maravillosas, donde se vuelve a mirar y a estudiar las danzas regionales, yendo hacia el pasado para entender el presente y proyectar al futuro, con nuevos atravesamientos de elementos y de búsquedas. Del caos se aprende y el caos siempre tiene un orden que hay que saber leerlo. Creo que esto es el pie de inicio de algo maravilloso, que se viene gestando, desde hace mucho y que tuvo que nacer, en un parto complejo e inesperado, pero que tiene una pulsión vital maravillosa para poder seguir creciendo. La danza es vida, vida viva.

Compañía Nacional de Danza Contemporánea

Compañía Nacional de Danza Contemporánea- Foto gentileza Compañía Nacional de Danza Contemporánea

-¿Cómo influyó la pandemia en el trabajo de la CNDC?
-La pandemia tocó a la Compañía Nacional de Danza Contemporánea y a toda la dirección nacional de Organismos Estables. Cada uno, desde su lugar, trató de sacar fuerzas, inteligencia, coraje y seguir adelante en llevar la danza contemporánea a todo el país, testimoniar el trabajo que se viene haciendo, el que parecía quedar como trunco o en stand-by durante un tiempo y decir “hay que seguir generando, hagamos”. La Compañía toda, intérpretes, artísticos, personal técnico, administrativo, tomó esto como un gran desafío y no hubo hueco en el cual no se haya trabajado. Se siguió trabajando diariamente en el hecho de hacer y brindar clases, tanto a nivel nacional como generar espacios de comunicación internacional, recibimos clases de maestros del exterior y brindamos clases para el exterior. No solamente se limitó a dar clases de danzas, a dar seminarios relacionados con la corporalidad, sino también que los técnicos hicieron lo suyo. Se dieron clases de iluminación, de puestas en escenas, sonidos, trabajos de videos, se presentaron videos con imágenes rescatadas por el equipo, se presentaron obras a concurso, se trabajó coreográficamente a distancia, los mismos bailarines, con sus celulares, hicieron obras magníficas que están presentándose en festivales internacionales. Fue y es un momento difícil y de incertidumbre. Vamos a seguir trabajando, en estos tiempos complejos. Ya aprendimos como hacerlo. Necesitamos más herramientas en todo lo que es virtualidad. Se trata de dejar un legado para quienes vienen. Hoy la antorcha nos tocó llevarla a nosotras y a toda la Compañía. Creo que este fuego que se inició una vez no se va a apagar jamás, ya quedó demostrado.

Foto portada. María Fux / madariaga.gob.ar

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