La base antártica Vicecomodoro Marambio de la Fuerza Aérea Argentina festeja hoy su 50° aniversario que coincide con la inauguración de la primera pista de aterrizaje convencional en el continente blanco. En un hecho histórico aquel 29 de octubre de 1969 esta meseta, ubicada sobre el mar de Wedell, se convirtió en un espacio de suma importancia para el ejercicio de la soberanía nacional.

Desde el 1904, la Argentina mantiene su presencia ininterrumpida en la Antártida, y hace 50 años, gracias al arduo trabajo de la conocida “Patrulla Soberanía”, se abrió una ruta aérea que disminuyó el aislamiento del continente blanco, adonde se accedía hasta entonces por vía marítima.

Esta patrulla estaba integrada por un grupo de 21 hombres, quienes habitando en pequeñas carpas, bajo condiciones climáticas hostiles y provistos por herramientas y elementos precarios (picos, palas, barretas) construyeron en la ex isla Seymour -a 200 metros sobre el nivel del mar- una pista de aterrizaje convencional (con ruedas) para aviones de gran porte, como por ejemplo los Hércules C-130.

La primera aeronave en tocar pista fue el bimotor Douglas C-47, matrícula TA-05, que al desarmar el sistema de esquí-ruedas quedó con el tren de aterrizaje normal.

Hoy, al celebrarse 50 años de tal proeza, los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas continúan ese legado, brindando apoyo logístico y aéreo a las diversas tareas científicas nacionales y extranjeras que tienen lugar en esas latitudes, tales como relevamiento glaciológico, estudios poblacionales de fauna y recopilación de datos meteorológicos.

También, en el marco de los acuerdos de Cooperación Internacional que la Argentina suscribe, se encuentran a disposición medios aéreos, navales y personal altamente capacitado para prestar servicios de evacuación sanitaria y búsqueda y rescate ante posibles situaciones de emergencia.

La cantidad de personas que conviven en la base Marambio varía de acuerdo a la época del año, siendo un promedio de 70 en invierno, mientras que en verano asciende a las 170.

La semana que viene la actual dotación de esta base, al mando del comodoro Lucas Carol Lugones, retornará a sus hogares tras cumplir un año de servicio, y será reemplazada por el contingente LI.

La base aérea debe su nombre al vicecomodoro Gustavo Argentino Marambio, pionero en volar en el Sector Antártico Argentino, en búsqueda de una pista de tierra que permitiera la operación de aeronaves con ruedas y romper el aislamiento con la Antártida.