El requerido, un ciudadano argentino de 23 años de edad, operaba en el barrio conocido como “Villa 31” de Retiro y era una pieza clave dentro de la organización, ya que su rol consistía en el reclutamiento de mulas bancarias o los denominados "presta cuentas", personas en su mayoría en situación de vulnerabilidad, los que proporcionaban sus cuentas a la organización criminal, generando así el movimiento de dinero proveniente de damnificados y apropiándose de sumas considerables de toda la recaudación.

Este sujeto habría participado en reiteradas maniobras de este tipo, hacía a su vez de nexo entre las personas del barrio de emergencia y ciudadanos de nacionalidad nigeriana, los que se dedicaban a la logística dentro de la estructura delictiva, con el fin de concretar las estafas en cuestión y asimismo derivaban en otros delitos conexos, como el narcotráfico y la trata de personas en países de economías vulnerables.

Ante estos hechos, agentes de la División Delitos Tecnológicos de PFA comenzaron una exhaustiva investigación para desmantelar esa red criminal. En principio, ello devino en una serie de allanamientos que involucró los domicilios de los supuestos partícipes de las operaciones fraudulentas, pero el fugitivo logró evadirlos. Fue así que a través de arduas tareas de campo, vigilancias y seguimientos, los federales determinaron que el individuo frecuentaba el barrio de Palermo, lo que derivó en un discreto operativo, logrando su detención en la zona de Plaza Italia.

Interviene en la causa el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 5 a cargo del Dr. Manuel A. De Campos, Secretaría N° 116 de la Dra. Tamara García.