Libro Blanco de la Defensa: Encuentro sobre Políticas de género en el ámbito de la Defensa
En el marco del ciclo de debates para la elaboración del Libro Blanco de la Defensa, este lunes en la sede de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) se llevó a cabo el cuarto encuentro sobre “Políticas de Género en la Defensa Nacional”. Esta jornada, contó con la participación de la exministra de Defensa Nilda Garré, la socióloga Dora Barrancos y destacados especialistas académicos.
La mesa de apertura del encuentro sobre género contó con la participación de María Fernanda Llobet, subsecretaria de Planeamiento Estratégico y Política Militar; Laura Masson, directora de Políticas de Género, ambas de la cartera de Defensa; Ana María Llois, vicerrectora de la Universidad Nacional de San Martín, el jefe de Gabinete de la cartera de Defensa, Héctor Mazzei y fue moderada por Ludmila Fredes, directora de Género y Diversidad Sexual de la UNSAM.
La directora de Políticas de Género comenzó su presentación haciendo un repaso detallado sobre los inicios de esas políticas, en el ámbito de la Defensa. “Las doctoras Dora Barrancos y Nilda Garré, junto con sus equipos, fueron claves en establecer las políticas de género en la Defensa argentina. Esta política se originó en la articulación entre gestión institucional y universidades”. Y añadió: “El Consejo de Políticas de Género y el Observatorio de la Mujer en las Fuerzas Armadas surgieron a partir de esta articulación. El Ministerio de Defensa fue pionero en las políticas de género en la administración pública del Estado nacional argentino”.
Masson continuó su exposición haciendo referencia a la evolución de la presencia de la mujer, al resaltar: “La incorporación hoy de las mujeres a las Fuerzas Armadas ha llegado a un 19,5 por ciento, el cambio realmente es muy grande. Sin embargo, considero que es un camino que recién empieza, nos va a llevar tiempo porque los cambios culturales son cambios que se producen a largo plazo”. Y en ese sentido, destacó: “La Resolución Nro.1.750, firmada durante la gestión del ministro Jorge Taiana, que permitió crear los Departamentos de Género, posibilitó unificar la política y poder decir que efectivamente tenemos una política de género”.
“Entonces, -enfatizó Masson- tenemos enlace de género, oficina de género, departamentos de género y luego la dirección de políticas de género, que es el órgano rector de las políticas”.
Asimismo, la funcionaria destacó “la implementación de la Ley Micaela que también nos ha permitido transversalizar la perspectiva de género, ya que llevamos hasta el momento 21.000 personas capacitadas de las Fuerzas Armadas. El número es altísimo y la capacitación se inicia desde las jerarquías más altas hacia abajo”.
Luego, se realizó un panel con especialistas en el cual disertaron Dora Barrancos, reconocida socióloga e historiadora y asesora presidencial; Ana Laura Rodríguez Gustá, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET); Romina Soledad, del Ejército Argentino; Ileana Arduino, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales; y Cecilia Alemany, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. Esta mesa estuvo moderada por Jorgelina Loza (UBA-FLACSO).
Dora Barrancos se refirió al trabajo realizado en materia de género por la ex ministra de Defensa y señaló: “Lo que hizo Nilda (Garré) fue poner Derechos Humanos en el Ministerio de Defensa, y pensó que era fundamental incorporar la perspectiva de género, habida cuenta de la desertización de las mujeres en las fuerzas y al mismo tiempo observar la falta de civilidad en el que habían sido puestos los varones en las Fuerzas Armadas, que establecía por ejemplo, el pedido de autorización para casarse.”
Y agregó “Se trataba efectivamente de hacer ver la inequidad histórica no solo dentro del Ministerio de Defensa, sino dentro de las organizaciones del Estado”.
En esa línea, Barrancos afirmó: “El camino andado por el Ministerio de Defensa es único en América Latina, y es único respecto de los cambios institucionales pro géneros que ha habido, podemos destacar la Ley 26.485, -de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres-, en una suma de derechos que ha ido mucho más lejos que el imaginario social”.
Y concluyó: “Estamos en un ciclo de cambios que va a ser más importante y también hay amenazas, porque los derechos ganados hay que seguir sosteniéndolos”, y concluyó: “De hecho el largo cauce abierto por Nilda (Garré) en el Ministerio de Defensa tuvo algunos cimbronazos, algunos detenimientos, pero efectivamente creo que se ha recuperado claramente que esto de hacer absolutamente iguales las posibilidades de las mujeres en las Fuerzas Armadas, ya no se discute”.
La jornada tuvo su cierre con la realización de un conversatorio con la exministra de Defensa de la Nación, Nilda Garré.
Garré inició su participación relatando distintos aspectos de su carrera política, entre ellos contó cuando el presidente Néstor Kirchner le ofreció el cargo de ministra y le marcó tres ejes básicos: “El gobierno político del Ministerio de Defensa; la modernización de los conceptos dentro de las Fuerzas Armadas, es decir que los militares son ciudadanos, ciudadanos de uniformes, y tercero, que todo tenía que ser dentro de una política de Derechos Humanos, no solo en lo concerniente a las terribles violaciones de los DDHH, sino a los derechos de todos los integrantes de las fuerzas, su desarrollo profesional, problemáticas”.
En esa línea, la exministra detalló las acciones desarrolladas desde el inicio de su gestión: “Es importante resaltar que no solo no se contemplaba la perspectiva de género, sino que existía una concepción intervencionista, autoritaria en la vida de las familias, muy cerrada también en cuanto a qué era legítimo hacer, qué era moral hacer, cuáles eran los valores. Es decir, había una concepción que no era amplia, no era democrática y no era inclusiva”.
Y agregó: “Derogamos también toda restricción que impidiera el matrimonio entre personal militar de diferentes categorías. Unificamos la reglamentación del Ejército que excluía la posibilidad de solicitar la adjudicación de vivienda al personal soltero, incluso teniendo hijos. “Modificamos las reglamentaciones que permitían someter a mecanismos disciplinarios la situación de concubinato, la existencia de hijos extramatrimoniales o el embarazo siendo soltera. Otra cosa que derogamos fue la norma que preveía que para contraer matrimonio era necesario contar con la autorización o venia del superior”, entre otras.
“Los militares no advertían los cambios que estaban dándose en la sociedad y como integrantes de las FFAA, los ciudadanos de uniformes obviamente tenían que acompañar esos cambios sociales”, dijo la exministra.
Garré planteó el desafío que queda por delante: “Es muy importante que sientan los hombres y las mujeres de las Fuerzas Armadas su responsabilidad con el tema de las políticas de género. Esta es una necesidad de una sociedad que aspira a ser plural, que aspira a ser equitativa, no discriminatoria, justa y que quiere darle igualdad de oportunidades. En el caso de las Fuerzas Armadas, tanto a los varones como a las mujeres para un desarrollo satisfactorio de sus carreras.
Desde el año 2020, el Ministerio de Defensa, a través de la Dirección de Políticas de Género, ha llevado adelante importantes acciones entre las que se pueden mencionar la implementación del Plan Integral de Políticas de Género, con el objetivo de unificar las políticas de género de las tres fuerzas, resolviendo cuestiones de manera integral a través del análisis, el diagnóstico y la planificación conjunta. Además, desde la cartera de Defensa se pusieron en marcha el Consejo de Políticas de Género y las mesas de Transversalización de la Perspectiva de Género en las Fuerzas Armadas.
El Libro Blanco, que se encuentra en proceso de elaboración, plasmará los principales lineamientos de la Política de Defensa Nacional, en función de las transformaciones y avances en la modernización de la Defensa Nacional; las funciones, capacidades y características de las Fuerzas Armadas argentinas, como así también de los cambios acaecidos en el escenario geopolítico global y regional.
Esta es la cuarta edición del Libro Blanco de la Defensa Argentina, precedida por las realizadas en 1999, 2010 y 2015. La publicación periódica del Libro Blanco en la región es una muestra del compromiso de los Estados de América Latina por el mantenimiento de la paz, apelando a instrumentos de transparencia y confianza mutua.