El 21 de junio de 1932 nació, en Buenos Aires, Boris Claudio Schifrin, pianista, compositor, arreglista y director de orquesta, conocido mundialmente como Lalo Schifrin. Su acercamiento a la música fue gracias a su padre, Luis Schifrin, primer violinista de la Orquesta del Teatro Colón de Buenos Aires, y Enrique Barenboim, padre de Daniel Barenboim, quienes se convirtieron en los primeros maestros del músico. A los 18 años, se lanzó a recorrer el mundo y a formarse por varios países: fueron momentos cuando osciló entre el cine, el jazz y la música clásica.

Schifrin compuso la banda sonora de más de 100 películas y series, entre ellas Misión Imposible, la serie de 1966 que lo catapultó a la fama internacional. También tiene en su haber la música de Mannix, Starsky y Hutch y películas como Harry el sucio, The Cincinnati Kid, Cool Hand Luke, Bullitt, entre las más reconocidas. Además, dirigió la Filarmónica de Londres, la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Israel y la Sinfónica Nacional de la Argentina.

“Lo que me encanta es que el cine es magia. Todo es ficticio y el compositor tiene que ayudar a que se produzca esa magia. La música tiene que 'engañar' al público. Eso forma parte del arte del cine y me encantó hacerlo”, declaraba Lalo Schifrin en una entrevista a la BBC.

Cinco veces ganador del premio Grammy, cuatro veces laureado con el premio Emmy y seis veces nominado al premio Oscar, en 2018 logró el Premio Oscar Honorífico por su trayectoria en la composición musical para cine y televisión. La ceremonia tuvo lugar en la décima edición de los Premios de los Gobernadores de la Academia de Hollywood, donde le entregó la estatuilla el actor norteamericano Clint Eastwood.

También trabajó junto a exponentes del jazz como Dizzy Gillespie, Ray Charles, Ella Fitzgerald, Stan Getz y Count Basie; de la música clásica como los tres tenores Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, y cultivó una relación especial con Astor Piazzolla, con quien compartió escenarios y estudios, y exploraron juntos innovadoras fusiones musicales que definieron nuevas dimensiones artísticas.

¡Viva la Libertad!, música para quienes jamás se rinden, nueva sinfonía compuesta para Argentina

El escenario del Auditorio Nacional del Centro Cultural Domingo F. Sarmiento - Palacio Libertad fue el elegido para el estreno de la obra ¡Viva la Libertad!, música para quienes jamás se rinden, compuesta por Lalo Schifrin y Rod Schejtman especialmente para nuestro país, e interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la batuta del maestro Emmanuel Siffert. La obra fusiona dos mundos musicales: el lenguaje cinematográfico con la tradición sinfónica clásica.

“La obra que compusimos con Rod Schejtman es una sinfonía dedicada a la Argentina y a nuestro deseo, nuestro optimismo de que sus mejores días están por venir. Es en parte un reflejo de mí, de mis recuerdos y de mis esperanzas para la Argentina”, manifestó Schifrin.

En el estreno de esa sinfonía, el secretario de Cultura de la Nación Leonardo Cifelli le otorgó una distinción “por su trayectoria y su destacado aporte a la cultura nacional”, recibida por el compositor Rod Schejtman, en ausencia de Lalo Schifrin.

La trayectoria musical, de más de seis décadas, llevó a Schifrin a ser considerado una leyenda viviente, no solo por su genialidad compositiva, sino también por su habilidad para fusionar con absoluta maestría diversos géneros como el jazz, la música clásica, el tango y la música cinematográfica.