Presidencia de la Nación

La solidaridad como motor para recuperar la identidad

En Norberto de la Riestra, un pueblo bonaerense que pelea contra el olvido, una cooperativa de estudiantes secundarios publicó un libro con la historia del pueblo y lo que recaudan es donado al Hogar de Ancianos de la localidad.

Cuando el tren dejó de pasar por Norberto de la Riestra, una localidad ubicada a 200 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, todo pareció detenerse. “En nuestros pueblos hay temor a la pérdida. Hubo un momento en que se fue deteriorando todo, que nos pasó la aplanadora por encima. Perdimos el ferrocarril y nos fuimos convirtiendo en pueblos de chicos y viejos, la gente joven se iba, el club del pueblo por donde pasaba la vida social fue abandonado y no tenía ni siquiera dirigentes”, recuerda Luis Rivas, docente de la Escuela Secundaria n° 2 “Dr. Carlos Pellegrini” e impulsor de la Cooperativa Escolar Solidaria (COOPESOL).

Pero algo permaneció en medio de ese derrumbe, el sentido solidario incorporado a la vida de sus 7 mil habitantes. Como en muchos pueblos rurales argentinos, en Norberto de la Riestra la tradición es cooperativa y todos los servicios son brindados por cooperativistas. Con ese antecedente no fue difícil plantearle a un grupo de alumnos secundarios que formen una cooperativa escolar para organizar trabajos que sirvan a revitalizar la comunidad en la que viven. Al mismo tiempo, se interesó a las cooperativas locales para que apoyen esas iniciativas con el objetivo común de recuperar la vida de Riestra.
“Estamos tratando de cambiar, hay cosas por las que pelear, hay que recuperar la identidad que se perdió. Hoy no tenemos el ferrocarril, pero estamos a 200 kilómetros de Buenos Aires y no hay internet, entonces tenemos que conseguirlo porque hay un patrimonio en nuestros pueblos que no podemos dejar que se siga cayendo, la gente de las cooperativas está muy interesada en impulsar esto porque ellos ven que si los jóvenes se quedan habrá una continuidad, habrá quien cubra sus lugares y tendremos futuro”, se entusiasma Rivas.

El proyecto del docente es compartido por sus alumnos. Iris Amico Villaroel es la presidenta de COOPESOL, tiene apenas 16 años y relata con vivacidad la experiencia de trabajar colectivamente por mejorar su pueblo. “Me interesé por el cooperativismo y me metí a ver de qué se trataba porque lo veía muy desde afuera, cuando se formó la cooperativa teníamos como proyecto principal poner en funcionamiento el Centro Cultural Recreativo (CECURE), que va a funcionar en una vieja escuela abandonada, pero con la pandemia tuvimos que frenar las obras y entonces buscamos otra actividad que pudiéramos hacer a distancia”, explica Iris.
Esa búsqueda concluyó con la idea de hacer un libro con la historia del pueblo, una manera de rescatar las raíces para recuperar la identidad. Así nació “Retazos”, un relato histórico que da cuenta de algunos personajes célebres que vivieron y pasaron por Riestra, como el ex presidente de la Nación Hipólito Yrigoyen, quien tenía una chacra en la que buscaba el descanso a su actividad política y paseaba por el pueblo como un vecino más.

El libro fue editado con el apoyo de la cooperativa de servicios local y fue pensado con fines solidarios ya que lo recaudado con su venta está destinado a la compra de insumos y productos de limpieza y desinfección que se entregan al Hogar de Ancianos del pueblo.
Iris es la presidenta desde que COOPESOL se formó en 2018, pero la cooperativa va modificando su conformación con alumnos de primero a cuarto año para que todos tengan la posibilidad de tener la experiencia asociativa. Actualmente la forman 12 integrantes que tienen entre 13 y 17 años, además de socios y profesores que apoyan el proyecto. Los padrinos de COOPESOL son los socios de la Cooperativa Eléctrica de Norberto de la Riestra.

“Ahora que pasaron las restricciones retomamos el proyecto del CECURE, la cooperativa consiguió tener la titularidad del edificio y de a poco vamos haciendo los trabajos que teníamos previstos para poder inaugurar el centro”, relata Iris.
COOPESOL y las cooperativas de la zona participan activamente del Núcleo Promotor de la Mesa de 25 de Mayo, partido en el que están incluidos Riestra y Pedernales, otra localidad vecina que trabaja en conjunto para recuperar la región, donde ya funciona un Foro de Desarrollo.
“Las Mesas del Asociativismo es una idea interesante, la oferta es genial, aunque a veces la integración es difícil. Al principio había temor por la desconfianza. Siempre aparecen la pregunta: ¿qué quieren estos? Pero cuando las organizaciones se apropian de la idea, van al frente, eso de apoyarse entre todos sin imponer es lo más interesante”, sostiene Rivas.

Los proyectos son numerosos y pensados con un sentido de identidad comunitaria, se tratan temas comunes a las Mesas de todo el país como la soberanía alimentaria, los cuidados o la conectividad; pero también hay espacio para el rescate cultural local. “Ahora estamos recuperando el club que estaba abandonado, hay muchos clubes sociales así en toda la región, hubo una generación que no se ocupó más y quedaron abandonados. Eran clubes en los que antes pasaba la vida social, la gente se juntaba a tomar algo, y de pronto quedaron abandonados, con espacios, canchas, que dan para hacer muchas cosas que queremos recuperar”, enfatiza Rivas.
El tren dejó de pasar por Riestra, pero la oportunidad de recuperar su vida comunitaria está intacta, y sus pobladores quieren ponerla en marcha.

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