“Me alegraré si lo que nos ocurrió sirve para que el mundo sea un poco mejor gracias a que insistimos en contar nuestra historia; pero ya no lo veré porque eso será parte de las generaciones futuras. Me basta con guardar la esperanza y saber que contribuí con mi granito de arena”, reflexionó Mario Villani en el libro "Desaparecido. Memorias de un cautiverio", que escribió junto al profesor Fernando Reati. En la publicación narra su vivencia personal en los más de mil trescientos días que estuvo secuestrado en los centros clandestinos Club Atlético, El Banco, El Olimpo, el Pozo de Quilmes y la ESMA.

Villani trabajó durante 15 años en el INTI y esta semana de la memoria decidimos homenajearlo a un mes de su fallecimiento, no sólo por su calidez humana sino también por su aporte indispensable a la justicia para esclarecer delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Su paso por 5 centros clandestinos de detención, le permitió construir un archivo con información sobre 199 secuestrados y 132 represores.

En línea con la campaña nacional “Plantamos memoria”, impulsada por organismos de derechos humanos en memoria a los 30 mil desaparecidos en el 45° aniversario del golpe, en INTI plantamos tres lapachos rosados y colocamos placas para homenajear a Villani y a los trabajadores del INTI desaparecidos María del Carmen Artero y Alfredo Giorgi. En relación a este acto, Rosa Lerner, esposa de Villani destacó: “Me he quedado muy conmovida y emocionada porque me hizo sentir conectada con muchos afectos de él. Me tocó muchas fibras porque para él era su lugar. Además, el hecho de descubrir una placa y un árbol para él hubiera tenido muchísimo significado como lo tiene para mi”.

Por su parte, el primo de Villani agregó luego del acto que quedó "impresionado, aunque no sorprendido de ver el respeto y cariño que sus compañeros de trabajo tuvieron con él. Me viene a la memoria una frase célebre de Galileo, que dice: toda verdad es fácil de comprender una vez descubierta, el problema es descubrirla. Y vaya si Mario aportó para descubrirla, con su infinita paciencia".

Con la plantación de árboles culminamos una semana donde se presentaron una serie de avances clave tanto a nivel institucional como en relación a la agenda nacional de derechos humanos. Como novedad interna, se anunció la conformación de un Archivo de la Memoria del INTI y la apertura de legajos de trabajadores que sufrieron su despido durante la dictadura (para su posterior reparación).

En relación al aporte del INTI para trabajar sobre procesos de Memoria, Verdad y Justitica, se consolidó un acuerdo con la Secretaría de Derechos Humanos para fortalecer la cooperación mutua en aquellas áreas que son de su competencia. Dos antecedentes de trabajo en este sentido son el análisis de pinturas sobre paredes de la ESMA para detectar mensajes ocultos y las pericias sobre tambores donde se encontraron cuerpos de desaparecidos. Además, el Instituto está apoyando la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA a la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

"Desde el inicio de nuestra gestión nos hemos propuesto poner al INTI de pie para acompañar un modelo de desarrollo industrial, tecnológico, federal e inclusivo. En ese camino, para contar con una mirada integral, también consideramos el aporte a la agenda de derechos humanos como otro eje central para la soberanía del país", concluyó el presidente del INTI.