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La doctora Karen Hallberg fue reconocida con el premio L'Oréal-UNESCO

En el marco del Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la física de la CNEA y profesora del Instituto Balseiro recibió un galardón por el desarrollo de técnicas computacionales para entender mejor la física de la materia cuántica.


La física argentina Karen Hallberg recibirá el próximo mes de marzo en París el premio internacional L'Oréal-UNESCO para Mujeres en la Ciencia de 2019. La científica trabaja en el Departamento de Materia Condensada - Gerencia de Física de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el Centro Atómico Bariloche (CAB).

Hallberg es egresada de la Licenciatura en Física y del Doctorado en Física del Instituto Balseiro (IB), donde actualmente es profesora.

El reconocimiento se da en el marco del concurso L'Oréal-UNESCO por sus trabajos sobre las propiedades cuánticas de la materia condensada. En particular, desarrolla y aplica métodos computacionales para el cálculo de propiedades electrónicas y magnéticas de materiales y de sistemas nanoscópicos.

- ¿De qué se trata la investigación por la que fue premiada?

-El premio me fue otorgado por el desarrollo de técnicas computacionales para entender la física de la materia cuántica, citando que las aplicaciones creativas e innovadoras de estos métodos constituyen una contribución fundamental al entendimiento de sistemas nanoscópicos y de nuevos materiales.

Investigo las propiedades cuánticas de la materia condensada usando métodos numéricos basados en la información cuántica. Quiero entender cómo es el comportamiento electrónico en materiales y, por ejemplo, cuál es el mecanismo de la superconductividad de alta temperatura crítica. Lo que hago es ciencia básica, busco avanzar el conocimiento, que forma parte del bagaje cultural del país y de la humanidad.

- ¿Cuánto hace que lleva adelante esa línea de trabajo?

-Estamos trabajando en esta temática desde que volví de mi estadía posdoctoral en el Instituto de investigación científica Max-Planck, en Alemania. Formé estudiantes y ahora estamos aplicando las técnicas que desarrollé allá en varias líneas en mi grupo de Teoría de la Materia Condensada en el Centro Atómico Bariloche.

- ¿Qué aplicaciones podría tener este tipo de investigaciones?

-Las aplicaciones pueden venir, y ojalá surjan en algún momento, como pasó, por ejemplo, después del descubrimiento de los semiconductores, que dieron lugar al transistor y a los circuitos integrados a mediados del siglo pasado y que son la base de la electrónica moderna. En particular, los métodos numéricos que desarrollamos permiten un cálculo detallado de propiedades electrónicas y termodinámicas de materiales de interés nuclear.

- ¿Qué sintió cuando se enteró del premio?

-¡Fue totalmente inesperado! Es muy satisfactorio que reconozcan el trabajo que hacemos. Este es un reconocimiento al trabajo de mucha gente, a mi equipo de trabajo, a mis estudiantes, a mis colegas y a mis profesores. Pero más que nada es el resultado de la educación pública que recibí y del apoyo de las instituciones científico-tecnológicas de nuestro país, de la CNEA, del CONICET, del Instituto Balseiro, de la Universidad Nacional de Cuyo y de las agencias financiadoras como la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT).

- ¿Cuál es la importancia para la CNEA de que nuevamente una mujer reciba este galardón internacional?

-Este premio nos permite visibilizar a nivel internacional el trabajo que hacemos en la CNEA y en el Instituto Balseiro. En particular, tenemos en la CNEA varias científicas y tecnólogas que hacen trabajo de punta, es importante remarcar esto. Espero que esto incentive a más mujeres a decidirse por carreras científico-tecnológicas, y en particular para estudiar en los institutos de la CNEA. Este premio nos permite visibilizar a nivel internacional el trabajo que hacemos en Argentina y, en particular, el trabajo de las mujeres en ciencia y tecnología. Es necesario desinstalar los prejuicios sobre lo que es hacer ciencia, especialmente en las mujeres. Espero que incentive a más niñas y jóvenes a estudiar física, matemática, computación, química e ingenierías, ¡son carreras fascinantes!

- ¿Qué herramientas se pueden impulsar, desde el ámbito científico, para que las mujeres y niñas se involucren en la ciencia?

-Es necesario impulsar políticas de inclusión para estimular a que las jóvenes se involucren en ciencia y tecnología, aumentar y mejorar la educación en ciencias en las escuelas y colegios secundarios, incrementar la difusión periodística y en redes sociales de la ciencia, cambiar la cultura a una sociedad que se interese más en la ciencia y la cultura. A nivel laboral, es importante tener centros de cuidado de niños en las universidades y las instituciones. También es fundamental que haya más mujeres en puestos gerenciales, de decisión y planificación.

- ¿Cuáles son los desafíos de las mujeres en el ámbito científico argentino?

-Para una mujer hacer investigación científica en nuestro país, particularmente en física, química, matemática y computación, además de trabajar en cualquier ingeniería, es un desafío en el que son fundamentales la vocación, la personalidad y la perseverancia. Somos pocas, pero de a poco se van interesando más mujeres jóvenes. Nuestro país necesita que nos involucremos en estas carreras. Todavía se nos ve como casos especiales y eso tiene que cambiar con el cambio de cultura en el que las mujeres tengamos una mayor participación y protagonismo. El desafío principal es vencer las barreras culturales.

Sobre el Premio L'Oreal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia”

El en marco de la 21º edición del premio internacional L'Oréal-UNESCO, la doctora en física Karen Hallberg ha sido reconocida junto con otras cuatro científicas destacadas de cada región del mundo: Europa, Asia/Pacífico, África, América del Norte y América Latina.

Entre las cinco galardonadas, además de Hallberg, hay dos matemáticas: la europea Claire Voisin y la norteamericana Ingrid Daubechies. De África y los estados árabes, se reconoció a la Profesora Najat Aoun Saliba, especialista en química analítica y atmosférica. De Asia y Oceanía, completa el listado de premiadas la Profesora Maki Kawai.

En esta oportunidad, las cinco mujeres premiadas han sido reconocidas “por la excelencia de su investigación en los campos de la ciencia de los materiales, las matemáticas y la informática”, explica un comunicado emitido por la Fundación L'Oréal y la UNESCO.

“Cada una recibirá 100.000 € y sus logros se celebrarán junto con los de 15 jóvenes científicas prometedoras de todo el mundo en una ceremonia de entrega de premios el 14 de marzo de 2019 en la sede de la UNESCO en París”, agrega el comunicado.

Entre la selección de las 15 jóvenes científicas, hay otra argentina: la cordobesa María Molina, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, quien fue distinguida por su proyecto de desarrollo de nanogeles capaces de liberar selectivamente antibióticos a bacterias bajo un estímulo térmico generado por la radiación infrarroja cercana.

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