La CONAE y el INTA, contra los incendios rurales en el sur bonaerense
Profesionales de la agencia espacial realizaron una campaña a campo en el partido de Patagones. Con un radiómetro recolectaron firmas espectrales de la vegetación, para validar la información satelital, diseñar un sistema de alarmas y un manejo racional de los pastizales en el monte. En 10 años, en esta región se quemaron más de un millón de hectáreas.
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) están colaborando junto a otras instituciones nacionales y provinciales para implementar un sistema de alertas tempranas de incendios en el partido de Patagones, el más austral de la provincia de Buenos Aires. Para avanzar en este proyecto, profesionales de la agencia espacial argentina llevaron a cabo una campaña del 28 de noviembre al 2 de diciembre de 2022, con el objetivo de recolectar firmas espectrales, que representan la huella digital de la cobertura de suelo en el monte nativo y un insumo clave para el desarrollo de productos satelitales.
Con esta información recolectada en el campo, sumada a la obtenida por imágenes de los satélites Sentinel y Landsat, apuntan a caracterizar con mayor precisión la cobertura vegetal de este ecosistema, calcular la carga de combustible y, combinado con datos meteorológicos, determinar el riesgo de incendios y elaborar alertas tempranas. Este sistema ayudaría a implementar un manejo racional del monte nativo, haciendo hincapié en la prevención. Por ejemplo, se podría aumentar la carga ganadera para que los animales consuman la vegetación en los momentos de mayor riesgo, cuando los períodos de sequía son muy pronunciados y hay altas temperaturas en la temporada estival, de noviembre a marzo.
Alejandro Pezzola, profesional del Laboratorio de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica de la Estación Experimental del INTA Hilario Ascasubi, explicó que la región de estudio comprende 1,2 millón de hectáreas con una gran superficie de monte nativo que, ante temporadas de sequías, es afectada regularmente por incendios. “Hemos superado más de un millón de hectáreas quemadas en la última década”, lamentó.
Los ensayos se realizan en una parcela experimental de 22 hectáreas de monte nativo que es característico del ecosistema Espinal, diseñada junto al Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, donde se implementan diferentes prácticas ganaderas. La CONAE sumó a estos estudios un espectro-radiómetro, que permite realizar mediciones a campo de la respuesta espectral de las distintas coberturas vegetales, es decir su firma espectral.
“Queremos tener información sobre la cobertura del suelo para determinar la carga de combustibles ante situaciones de riesgo (días con altas temperaturas y tormentas eléctricas, por ejemplo, en épocas de sequía) y desarrollar un sistema de alertas de incendios, disponible para la toma decisiones”, agregó Pezzola. “Un monte con dos toneladas de material seco va a estar más disponible para el fuego que el que tiene menos. Si contamos con esa información, podemos ajustar el manejo. Por ejemplo, aumentar o disminuir la carga animal sobre los pastizales, para regular la propagación de incendios”, detalló.
El proyecto también incluye la colaboración de la Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Río Colorado (CORFO), el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, junto a otras reparticiones del instituto como la Estación Experimental del Valle Inferior de Rio Negro y la Agencia de Extensión Rural de Patagones.
Firmas espectrales
La campaña de campo estuvo integrada por Pedro Rivolta y Sebastián Heredia, profesionales de la Gerencia de Vinculación Tecnológica de la CONAE, quienes recolectaron firmas espectrales de las distintas coberturas del monte nativo, tanto de arbustos (chañar, alpatacos y piquillín, entre otros) como de pastizales, con el uso de un espectro-radiómetro provisto por la agencia espacial.
Las firmas espectrales son valores de reflectancia (capacidad de un cuerpo de reflejar la luz), únicas para cada una de las coberturas del suelo. “Es la energía que refleja el cultivo en las diferentes longitudes de onda del espectro”, ejemplificó Rivolta, aunque aclaró que también se aplica para medir minerales o tipos de suelo, entre otros materiales. Es “la huella digital” de cada cobertura, consideró.
Heredia agregó que los valores que se obtengan de este trabajo a campo servirán para calibrar y validar nuevos productos basados en imágenes satelitales. “La idea es vincular los datos que estamos midiendo en Tierra con lo que observan los satélites, para clasificar las especies del monte y después cuantificar los combustibles haciendo uso de las imágenes satelitales”, informó.
Pezzola indicó que, a futuro, podrían incorporar a los estudios información de los satélites argentinos SAOCOM. “Ya recibimos la propuesta de sumar a estos trabajos información de los satélites de radar, que también nos permitirían medir la humedad de la vegetación”, dijo.
Biblioteca
Las mediciones de esta campaña en el partido de Patagones también aportan información a la Biblioteca de Firmas Espectrales de CONAE, que está disponible en la web de manera libre y gratuita. “Esta librería incluye los distintos elementos que vamos midiendo en distintas regiones del país, no solamente de coberturas vegetales, sino también de suelos”, aseguró Heredia.
“Además de verse enriquecido por las campañas a campo, este proyecto se nutre de otras iniciativas como el proyecto de las cámaras hiperespectrales, orientado a la parte mineralógica del suelo, y mediante la vinculación con distintas instituciones del país, cuyos objetivos son complementarios”, concluyó.