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Julia Rosemberg: "El pasado sigue hablando, siempre y cuando un presente nuevo lo interpele"

La historiadora e investigadora estará presente (junto con Sebastián Furman y Pedro Rosemblat) el sábado 2 a las 18 h, en Tecnópolis (Av. Gral. Paz y Av. Constituyentes. Villa Martelli), para participar de la charla “Escuchar la patria: Malvinas y la música”. En esta nota, nos cuenta su perspectiva sobre la causa Malvinas a 40 años de la Guerra.


A 40 años de la Guerra de Malvinas, el Ministerio de Cultura llevará adelante este 2 de abril diversas actividades para conmemorar la historia de las Islas, su usurpación ilegítima y el recuerdo de los caídos, excombatientes y veteranos de guerra. Por otra parte, la fecha es una oportunidad para fortalecer el compromiso y reclamos por la soberanía argentina sobre el territorio que le pertenece.

Entre aquellas actividades, la historiadora e investigadora Julia Rosemberg estará presente el sábado 2 a las 18 h, en Tecnópolis (Av. Gral. Paz y Av. Constituyentes. Villa Martelli) -junto con el músico Sebastián Furman y el periodista Pedro Rosemblat-, para participar de la charla “Escuchar la patria: Malvinas y la música”.

Julia Rosemberg es historiadora y docente por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es autora del libro Eva y las mujeres: historia de una irreverencia (2019) y Conversaciones del Bicentenario, historia y política en los años kirchneristas (2011). Trabajó en Canal Encuentro, Televisión Pública (TVP) y el Archivo histórico de RTA (Archivo Prisma). A continuación, nos cuenta su perspectiva sobre la causa Malvinas y nos adelante sobre la charla de mañana, a 40 años de la Guerra.

-A 40 años del conflicto, ¿en qué situación estamos? ¿Continuamos reclamando, pero creés que habrá respuesta por parte de Gran Bretaña?
-Hoy por hoy, estamos en la situación colonial que se mantiene permanente desde 1833, cuando Gran Bretaña usurpó las Islas Malvinas y sus alrededores de las Islas. Desde entonces, la Argentina no ha dejado de reclamar por diversas instancias. Y es difícil saber cuál va a ser la respuesta de Gran Bretaña, porque lo cierto es que no se mantuvo siempre igual desde aquel entonces hasta ahora. Lo que sí es cierto, viendo nuestra parte del reclamo y de nuestra historia, la Argentina ha tenido momentos cuando ese reclamo y ese trabajo diplomático internacional ha sido más arduo o momentos cuando se ha retraído más esa intención. Entonces, es difícil anticiparse. Lo que podemos decir es que la Argentina tiene que reforzar, una y otra vez; hacer que ese trabajo internacional, diplomático y jurídico, sea cada vez más fuerte, para poder de alguna manera –independientemente de lo que haga Gran Bretaña– fortalecer el pedido no solo de la comunidad argentina, sino también de la comunidad internacional y regional para que, por lo menos, lleguen a la instancia de diálogo. Esta instancia es lo que hoy Gran Bretaña todavía no está aceptando.

-¿Creés que a medida que pasa el tiempo se va perdiendo interés en la causa o todo lo contrario? ¿En las escuelas se incentiva a los estudiantes a indagar e investigar más?
-Después de la Ley Nacional de Educación de 2006, en la que se incluyó a Malvinas como parte del programa de estudios obligatorio –y además con una línea histórica política bien interesante sobre cómo pensar Malvinas–, la escuelas son un lugar fundamental para la transmisión de la historia de Malvinas y para el reclamo de soberanía sobre nuestras Islas. Por supuesto, esta tarea no puede quedar únicamente en los docentes; tiene que ser siempre acompañada por las diferentes instancias educativas, escolares, desde el Ministerio de Educación, hasta los Consejos Escolares, etc. Todas las instancias tienen que acompañar a las Escuelas y a los docentes con materiales, capacitaciones, actividades. Es decir, tiene que ser una política pública del Estado argentino que, por supuesto, incluya a los docentes, y también los acompañe y contenga. Y además, que se aborde en otras instancias que no sea únicamente las escolares.

-¿De qué se trata una escucha colectiva de Malvinas a través de la música, la charla que vas a llevar adelante junto con Sebastián Furman y Pedro Rosemblat?
-La charla colectiva que vamos a dar en Tecnópolis el 2 de abril, conmemorando los 40 años de la Guerra de Malvinas, es fundamentalmente sobre la música que a lo largo de la historia ha recordado, de alguna u otra manera, a las Malvinas. Se trata de dar cuenta también de que las Malvinas no tienen una presencia únicamente en 1982, más allá de que vamos a estar conmemorando esa fecha. Pero queremos mostrar también que Malvinas es mucho más que la Guerra. La Guerra es un momento de la historia de Malvinas, pero su historia es tan larga como la historia de la Patria. Es decir, Malvinas está antes, durante y después de 1982; se continúa hasta el presente. Cada día que pasa, sigue siendo una deuda pendiente de nuestra Patria para resolver la cuestión Malvinas.

-¿Cómo se da ese vínculo entre música, artes y Malvinas?
-En relación con Malvinas, lo que demuestra un poco la música, la literatura, las películas es que tuvo una presencia constante en nuestra cultura, que no es a partir de la Guerra. Por supuesto, a partir de esta se profundiza, pero tiene toda una historia previa desde José Hernández, Paul Groussac y toda una serie de intervenciones que se dan durante el siglo XIX y XX sobre las Malvinas, que dan cuenta de lo importante que son esas Islas y lo importante que es esa usurpación para nuestra historia y cultura. Durante la charla, por ejemplo, vamos a estar hablando acerca de una canción de Atahualpa Yupanqui de 1971, "La hermanita perdida". Hay muchas más previas a la Guerra. Por supuesto, el periodo de la Guerra va a tener gran importancia, como mencionaba. Porque, en este sentido, el rock de esos años va a hacer eco de lo que sucedía: Charly García sacó un disco ese año, por ejemplo. Después también va a estar el metal, bandas como Alma Fuerte; Violadores; una gran cantidad de grupos de metal y del rock. Durante los ochenta y los noventa, cuando se imponga el olvido sobre Malvinas con la famosa desmalvinazión de esos años, va a ser a través de la música y de la cultura popular, de alguna manera, que se va a reclamar por Malvinas y a reclamar; se le va a estar cantando a las Malvinas y, fundamentalmente, a los excombatientes que han sido, durante esos años, tan injustamente olvidados e invisibilizados.


A 40 años de la Guerra de Malvinas. Foto: Canal Encuentro.

-¿Pensás que sobre Malvinas todavía faltan muchas cosas por decir?
-Por estudiado y revisado que esté, ningún tema del pasado nunca tiene todo dicho y cerrado. Siempre cada presente que mira el pasado y que mira la historia lo hace con nuevos anteojos, con nuevas preguntas, con nuevas formas de pensar, incluso de hablar. Entonces, cada presente que mira el pasado encuentra cosas nuevas y dice cosas nuevas. El pasado sigue hablando, siempre y cuando un presente nuevo lo interpele. Entonces, siempre hay nuevas aristas para pensar y decir, porque el vínculo entre pasado y presente siempre se renueva. En este sentido, sobre Malvinas, un elemento que ha atravesado los últimos años tiene que ver con la participación de mujeres en esa Guerra, que durante mucho tiempo había sido un tema invisibilizado. Y también, en los últimos tiempos, se está trabajando por ejemplo pensar las Malvinas desde el mar, su presencia desde el mar; pensar nuestro país desde el mar porque es cierto que siempre que pensamos en un mapa de la Argentina, miramos el continente y al mar lo dejamos de lado. Desde diferentes lugares, como Matías Fariña del Ministerio de Educación, también desde otros, se está empezando a pensar la importancia que tiene ese vínculo, entre las Malvinas, nuestro país y el mar.

-Si tuvieras que contarle a los más chicos qué fue la Guerra de Malvinas más allá de lo armamentístico, ¿qué le dirías?
-Diría que la Guerra de Malvinas fue un momento, dentro de una larguísima historia que tienen las Islas Malvinas para nuestro país; que fue una historia de 190 años de usurpación de un pedazo de nuestra tierra, por la primera potencia del mundo. En esa larguísima historia de usurpación, nuestro país ha hecho muchos intentos por recobrar soberanía sobre esas Islas, pero fueron siempre fallidos. Y mientras nuestro país estuvo entre 1976 y 1983 bajo una dictadura sangrienta, la peor de las dictaduras bajo el terrorismo de Estado, esa dirigencia, esa conducción produjo una guerra para recuperar esas Islas. Ese gobierno fue ilegítimo, terrorista y genocida, y por ende, la Guerra de Malvinas hay que analizar en ese sentido. Porque muchos de los jerarcas que combatieron en esas Islas eran también responsables del terrorismo de Estado; no así los conscriptos, las mayorías de los que combatieron que eran soldados rasos y que murieron, defendiendo la Patria. Hay que hacer esa diferencia dentro de esta Guerra: aquellos que murieron legítimamente por la Patria, que dejaron su vida, su sangre y aquellos otros que merecen toda la condena del pueblo argentino, por ser represores y terroristas de Estado. También hay que decir lo siguiente: que la Guerra haya estado manejada, conducida por el terrorismo de Estado, eso no implica que por debajo no hubiera una causa justa. La causa justa es desde 1833 al día de hoy y, por cada día que pase, que Gran Bretaña siga usurpando esas Islas, la causa justa es la de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.

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