Javier Rodríguez: “La agricultura familiar y la economía popular están disputando el valor simbólico de los alimentos”
Así lo expresó uno de los integrantes de Cauqueva, cooperativa de agricultoras y agricultores, especializada en cultivos andinos, de la Quebrada de Humahuaca en Jujuy.
Cauqueva es una cooperativa de agricultoras y agricultores de la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy. Nació en 1996 cuando un grupo de familias campesinas se juntó para pensar en alternativas de producción y comercialización de sus productos para que sean más justos y les permita mejorar su calidad de vida.
En la Quebrada de Humahuaca, Cauqueva logró recuperar saberes ancestrales sobre el cultivo de maíz, amaranto, quinoa y papa. Con estos cultivos andinos producen harina, fideos, galletas, alfajores, snacks saludables y puré deshidratado.
Cauqueva está integrada principalmente por productores que dedicaron y vivieron toda su vida en la Quebrada. El resto de los socios forma parte del día a día de la cooperativa y trabaja en el área de producción de manufacturas y distribución. Hace muchos años que tienen vínculo con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, fundamentalmente con la Comisión Nacional de Microcréditos, los cuales los ayudaron a mejorar su producción y su situación financiera.
En ese marco, Javier Rodríguez indica: “El microcrédito es una herramienta muy importante, sobre todo para los agricultores y las agricultoras, porque les permite llegar a la cosecha en una mejor situación financiera y, por lo tanto, mejora en general el poder de negociación de estas familias en los momentos críticos”.
La producción primaria abarca todos los pueblos que forman parte de la Quebrada de Humahuaca. Además, tienen una planta de producción de alimentos en Maimará y tres locales propios de comercialización (Tilcara, Maimará y San Salvador de Jujuy). Sus productos también se comercializan en tiendas, mercados y ferias de la economía popular de todo el país.
Entre los desafíos a futuro, Rodríguez expresa: “Por supuesto es mejorar la vida de todas estas familias. Creo que en este momento la agricultura familiar y la economía popular están disputando, entre otras cosas, el valor simbólico de los alimentos”, y agrega: “Creo que más adelante va a haber que disputar porciones del mercado que se rijan con otros valores, con otras lógicas, y que permitan abastecer a nuestro pueblo de una manera justa y más sana”.