INPB ANLIS es anfitrión del 20º Congreso Mundial de la Sociedad Internacional en Toxinología
Entre los días 8 y 13 de septiembre se realiza en Buenos Aires el 20º Congreso Mundial de la Sociedad Internacional en Toxinología (International Society on Toxinology, IST).
El Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB) de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) “Dr. Carlos G. Malbrán” tiene una participación activa como anfitrión y expositor de resultados de avances en el campo de la toxinología.
En ese marco, se realizó una recepción a los estudiantes y becarios asistentes al congreso, la misma estuvo encabezada por la Directora de ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán”, Dra. Claudia Perandones y el Director de INPB ANLIS, Dr. Christian Dokmetjian.
Este es un congreso que reúne a los investigadores mundiales que se dedican al estudio de las toxinas desde sus aspectos químicos, farmacológicos, tóxicos, clínicos y epidemiológicos, como así también al estudio de la efectividad de los antivenenos y antitoxinas y el desarrollo de nuevos productos. Refuerza esta importancia el hecho de que en esta oportunidad el congreso se enfocará en el “Impacto de la Toxinología en la Salud Pública a partir de las Ciencias Básicas y Translacionales”, temas estrechamente relacionados con las funciones de la ANLIS mediante la producción de antivenenos y antitoxinas, el estudio de los venenos y el desarrollo de nuevos productos.
No es raro ni llamativo que se realice un congreso internacional en Buenos Aires, una de las ciudades del mundo en las que mayor cantidad de eventos se llevan a cabo. Sin embargo, para quienes trabajan en ese tema es importante y tiene alguna connotación que toca tanto a la IST como a la actual ANLIS en el comienzo de ambas. En la lista de miembros fundadores de la sociedad, iniciada en 1962 figuran 34 estadounidenses, 5 brasileños, 4 australianos, 3 israelíes, 3 franceses, 3 italianos, 2 argentinos, 2 austríacos, 2 indios, 2 japoneses, 2 suecos, 2 suizos, 2 taiwaneses y 1 representante de 11 países más (Alemania, Argelia, Egipto, México, Perú, Reino Unido, Sudáfrica, Sudán, Taiwán, la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la ex Yugoslavia), sumando 77 miembros en la lista de miembros fundadores.
Para el público en general, los nombres de miembros de sociedades científicas y aún para los investigadores y profesionales no relacionados a una sociedad o claustros determinados, los miembros que componen una sociedad científica nobel, pasarían lógicamente desapercibidos. Sin embargo, en el caso de Argentina, dos de los fundadores iniciales de la IST excedieron el campo de la toxinología y la salud pública, ampliamente, siendo personajes muy conocidos por la población y uno de ellos internacionalmente.
Uno de ellos fue el del famoso escritor argentino (platense de nacimiento y santiagueño por adopción) Jorge Washington Ábalos, quien además de escribir muchos libros famosos que acompañaron a muchos en la educación básica y media (por ejemplo (“Shunko”, “Coplero popular” y muchos otros), colaboró con el Dr. Salvador Mazza y con Bernardo Houssay. En su vida se dedicó al estudio de animales venenosos, con varias publicaciones científicas sobre diversos temas relacionados a los animales venenosos. Actualmente el Instituto de Animales Venenosos de Santiago del Estero lleva su nombre.
El otro miembro, seguramente pasa menos desapercibido, no solo para los argentinos sino para la comunidad científica mundial. Es Bernardo Alberto Houssay. El Dr. Houssay, premio Nobel de Medicina en 1947, fue el primer latinoamericano en recibir un Premio Nobel en el área «Ciencia”. Si bien se dedicó a la endocrinología, desde su juventud fue un enamorado de los venenos animales y de la producción de antivenenos. En 1915 ingresó como jefe de sección en el Instituto Bacteriológico del Departamento Nacional de Higiene, en el predio que actualmente ocupa la actual ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán. Organizó la producción de antiofídicos, editó un folleto sobre especies venenosas y dispuso el envío de recipientes al interior del país para que, al devolverlos con víboras, se entregasen a cambio ampollas de suero. Escribió varios trabajos científicos relacionados con los venenos animales. Se comenta que confesaba a sus amigos íntimos, que de no haberse dedicado a la endocrinología, se hubiese dedicado al estudio de los venenos animales. Lo cual parece cierto, ya que 15 años después de ser reconocido mundialmente con el premio Nobel, colaboró con esta rama de la ciencia al ser miembro fundador de la IST.
Independientemente de esto, la toxinología y la ANLIS “Dr. Carlos G. Malbrán” tienen un vínculo muy fuerte desde sus comienzos. Carlos Gregorio Malbrán, tras su regreso de Europa dónde fue a capacitarse en los laboratorios de Emile Adolph von Behring y de Emile Roux, comenzó la producción de antitoxina antidiftérica en 1895 en la Isla Martín García (el trabajo original de von Behring y Kitasato es de 1890), siendo uno de los primeros países productores de esta antitoxina en el mundo. Ya desde sus inicios, esas antitoxinas fueron distribuidas gratuitamente para los sectores humildes de la población, lo que aún se continúa haciendo desde la ANLIS, 124 años posteriores al comienzo de esa producción.