El Téc. Adrián Vega, responsable de la actividad, en conjunto con la Dra. Julieta Suárez y el Téc. Esteban Ricci, pudieron registrar 16 puestas en total de forma natural y espontánea, de las cuales 4 fueron fecundadas. El período de desove se extendió desde el 25 de octubre al 17 de diciembre de 2018 con una totalidad de 5.097.000 huevos. Los huevos fecundados eclosionaron al sexto día, consiguiendo las primeras larvas de esta especie en Argentina.

Se ejecutó un protocolo especial para el desarrollo de la larvicultura de chernia obteniendo importantes avances en la tecnología de su cultivo. Las larvas lograron alimentarse de alimento vivo (rotífero y Artemia) y de alimento balanceado. Durante este corto período se pudo obtener un cúmulo de valiosa información a través de la toma diaria de muestras de larvas durante su crecimiento, para realizar mediciones morfológicas y posteriores análisis histológicos y genéticos, siendo éstos últimos determinados en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo, España.

Los investigadores tienen muchas expectativas sobre lo que ocurrirá en la próxima temporada reproductiva ya que, habiendo alcanzado la maduración sexual y su posterior desove, esperan una mejora en la calidad de las puestas y una mayor supervivencia de las larvas.

Los integrantes del programa MARI destacan haber alcanzado la reproducción de esta especie sin la utilización de hormonas que inducen la maduración ni técnicas de muestreo que estresan por demás a los individuos.

Argentina es uno de los tres países del mundo, junto con España y Nueva Zelanda, que desarrolla esta iniciativa.