Graciela es una vecina de Tafí Viejo, una localidad que se encuentra a 20 kilómetros de San Miguel de Tucumán, y llegó al Centro de Acceso a Justicia (CAJ) de San Miguel de Tucumán Centro en busca de ayuda para superar su angustiosa situación. Tras varios años de matrimonio en los que sufrió violencia psicológica, fue abandonada por su marido, sin poder contar con recursos económicos para mantenerse.

Desde el CAJ iniciaron rápidamente un abordaje interdisciplinario. Mediante una articulación con el Observatorio de la Mujer, la consultante recibió asistencia psicológica y pudo fortalecerse emocionalmente. A su vez, desde el CAJ gestionaron una asistencia social provisoria a través del Ministerio de Desarrollo Social provincial.

La consultante tomó finalmente la decisión de divorciarse, para lo cual el CAJ gestionó un patrocinio jurídico gratuito a través de la Defensoría del Pueblo de Tucumán. Graciela obtuvo la sentencia de divorcio y la justicia fijó una cuota alimentaria para que pueda afrontar sus necesidades, teniendo en cuenta que durante su matrimonio se dedicó a realizar tareas domésticas, sin poder trabajar fuera de su casa, por lo que quedó en una situación económica muy desventajosa al momento de la separación.

Graciela manifestó sentirse “muy contenta de haber llegado a un lugar como el CAJ, que existen oficinas donde se da asistencia integral para todas esas personas que se encuentran perdidas, tristes, en situación de calle, y que desconocen que pueden contar con profesionales que piensen en ellas”.

El CAJ de San Miguel de Tucumán Centro brinda atención de lunes a viernes de 9 a 16 hs en 25 de Mayo 1095.