Inauguración de hornos pirolíticos móviles
La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner presentó mediante una video conferencia con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, los nuevos hornos pirolíticos móviles diseñados para la incineración de estupefacientes incautados en operativos de las fuerzas federales de seguridad.
“Es muy importante tanto la destrucción de la droga como la destrucción de las armas porque siempre cuando hay procedimientos parecería que pueden quedar cosas en el camino. Estos nuevos hornos para quemar droga contribuyen a generar una política de estado en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico”, dijo la presidenta desde el partido de San Martín, donde inauguró además el edificio del Banco Nacional de Materiales Controlados (BANMAC) que centralizará las armas de fuego, municiones y explosivos judicializados de todo el país.
“Estamos haciendo realidad un reclamo histórico de las provincias del Norte que no contaban con la tecnología necesaria para poder quemar la gran cantidad de droga que la justicia requisa en nuestras fronteras”, dijo Berni, secundado por los jueces federales de Morón, Juan Pablo Salas y Luis Rodríguez, y por los cuatro jefes de las fuerzas federales de seguridad.
“Necesitamos brindar todas las herramientas para que los jueces comprometidos trabajen día y noche contra el narcotráfico”, dijo el Secretario de Seguridad, y cerró: “Porque una justicia que llega tarde no es justicia”.
La presentación se realizó en la sede de Gendarmería Nacional de Campo de Mayo, partido de San Miguel, y se quemaron 460 kilos de estupefacientes incautados por las fuerzas de seguridad durante distintos operativos en la villa Zavaleta y 1-11-14.
Con una inversión de más de 9 millones de pesos, estos dos hornos tienen una capacidad para quemar 100 kg de droga por hora y fueron desarrollados completamente por la industria argentina. La característica principal es que pueden ser montados y desmontados en cualquier parte y son totalmente trasladables.
Los equipos están compuestos por dos cámaras: una principal donde se quema la droga y otra secundaria donde se queman los gases que genera el estupefaciente. De esta manera, se optimiza la respuesta del Estado para desnaturalizar la droga siguiendo los protocolos de acción diseñados en el marco de la lucha contra el narcotráfico.
Los hornos operarán en el norte del país y permitirán mejorar el accionar de la justicia, resultando un apoyo invalorable para jueces y fiscales federales, a la vez que mejorarán aspectos logísticos de los procedimientos, reduciendo los costos que demandan y los riesgos que implican la custodia y los traslados de grandes cantidades de droga.