El ministerio de Seguridad puso en marcha un sistema de botones de pánico para la lucha contra la violencia de género
Se trata de mecanismos de aviso inmediato que serán entregados, a requerimiento judicial, a mujeres en potencial riesgo.
Se trata de mecanismos de aviso inmediato que serán entregados, a requerimiento judicial, a mujeres en potencial riesgo. Cuentan con un sistema de localización georreferenciada inmediata. Una vez pulsados se conectan con el 131, el Centro Federal de Información, donde un operador mantiene comunicación permanente con la víctima mientras se desplazan los recursos pertinentes. Todo lo sucedido queda grabado y puede ser usado como prueba judicial.
La ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, puso a en marcha un sistema de botones de pánico como parte de la política de lucha contra la violencia de género que lleva adelante esa cartera. A través de la Secretaría de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, la cartera de Seguridad puso a disposición de la justicia 1000 dispositivos de alerta, que serán implementados en etapas.
“A partir de los Gobiernos de Néstor y Cristina (Kirchner), desde el Estado Nacional estamos generando herramientas para luchar contra la violencia de género”, dijo la ministra y explicó que el tema, “que fue silencioso por mucho tiempo”, adquirió visibilidad, “a partir de ejes claros, convicción, trabajo y restitución de derechos”.
“Trabajamos la condición de género desde lo integral, articulando con el poder judicial, y con foco en la utilización de la tecnología”, aseguró Rodríguez y explicó que “en todas las capacitaciones y formaciones de las fuerzas federales tratamos la temática de cuestión de derechos humanos y de igualdad de género”
A partir del pedido de una autoridad judicial, los dispositivos serán entregados a mujeres que corran potencial riesgo de ser agredidas. Una vez accionados por las víctimas, los aparatos se comunican con el 131, el centro Federal de informaciones
quien deriva el suceso al 911 para los desplazamientos de recursos necesarios, mientras un operador queda en comunicación constante con la víctima.
Una vez que se activa la comunicación, el sistema comienza a grabar la llamada y todos los sonidos y ruidos de fondo, en un formato que no permite que el audio pueda ser editado. Estas grabaciones, junto a los informes que se elevarán a la justicia cada vez que la víctima haga sonar la alarma o se comunique para indicar que el agresor violó la medida cautelar, preventiva o de protección (según sea el caso), servirán como material probatorio.
Los botones de pánico pueden ser fijos o móviles. Los primeros, que pueden empotrarse a la pared como si se tratara de un timbre, cuentan con capacidad para dos chips de distintas compañías (lo que permite que no se pierde la señal si una de las dos falla).
Los móviles, en tanto, tienen el aspecto de un pequeño celular con cuatro botones de marcación rápida y una alarma silenciosa. Reporta en forma automática, cada 20 segundos, la posición y dirección de desplazamiento del aparato, y cuenta con batería de larga duración.
Participaron además el Secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, Darío Ruiz; la Diputada Nacional por el Frente para la Victoria, Mara Brawer, la Presidente del Consejo Nacional de las Mujeres, Mariana Gras; y el Jefe de la Policía Federal Argentina, Román Di Santo. Acompañaron, además, legisladores porteños y provinciales.