Un camino sembrado con piedras y espinas es el que construyó el narcotráfico, durante muchos años en Argentina. El último fin de semana tuvimos la prueba más cabal de que la impunidad cooptó diferentes estratos de nuestra sociedad.

Llegamos para eliminar al crimen organizado de la República Argentina, así nos quieran "plantar" pruebas falsas, o apelar a cualquier tipo de artimaña para correr el foco de lo importante: hacer de nuestro país un lugar seguro.

Debemos celebrar la captura de los hermanos Cristian y Martín Lanatta, y Víctor Schillaci, porque hemos logrado dar con los tres implicados de una red que tiene conexiones y ramificaciones dentro y fuera del país. 

También debemos destacar el accionar conjunto de las cuatro fuerzas federales (Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura), quienes trabajaron incansablemente en equipo junto con las policías Bonaerense y de Santa Fe -con el gobernador Lifschitz y la gobernadora Vidal, y los ministros de Seguridad Pullaro, y Ritondo- y este Ministerio, comandado por Patricia Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco.

Sabemos que esta lucha que comenzó desde el día en que asumimos nuestras funciones, no terminará pronto, y demandará muchos años de gestión, preparación y articulación entre fuerzas policiales y el gobierno, pero si estamos acá es para dar pelea y combatir a la droga, a sus redes mafiosas y a quienes desean que la impunidad prevalezca por sobre nuestra democracia.

Es el mandato del Presidente Mauricio Macri el que nos impulsa a eliminar al narcotráfico. Así lo haremos. Acá estamos, y trabajaremos para que cada ciudadano de nuestro país esté, día a día, más seguro.